“No tenemos nada acá, mucho menos allá afuera, solo vivir con la esperanza de que algún día será distinto, es lo que nos toca”, este es el testimonio de un joven esmeraldeño.
La gente no puede ni asomarse a su ventana en Esmeraldas. Desde la madrugada de este martes 25 de abril, los moradores de esta ciudad costera sabían que la situación iba a estallar, varios cuentan que llamaron al ECU-911 para alertar, sin embargo, no hubo respuesta.
Cerca del mediodía empezó a arder todo, literalmente. Varios autos fueron incendiados por completo. Afuera de la casa de Marlon (nombre protegido) quemaron un taxi, el joven detalló que la gente juntó esfuerzos y apagó el fuego, posteriormente los delincuentes habrían regresado a “tirar bala” a todos los que se encontraban en el lugar.
“Nos metimos todos a las casas y pusimos muebles altos en las ventanas porque las balas pueden atravesar los vidrios. Llame al ECU-911 y dijeron que enviarían ayuda, pero nunca llegó nadie. Es porque ellos están claros: esta zona no la controlan”, dice Marlon.
Lorena (nombre protegido), madre de dos hijos pequeños, también vive en la zona. Este territorio, afirma, está controlado por la banda delictiva denominada Los Tiguerones. Ellos se estarían movilizando por toda la zona en motocicletas y fuertemente armados, incendiando vehículos, provocando balaceras y desatando el caos entre los moradores, que ya se sentían abandonados por el Estado, incluso por la justicia divina.
“Ya nadie regresa a ver a Esmeraldas, nos están dejando morir”, dice ella.
Marlon trata de explicar las razones de la violencia, que para ellos, quienes viven ahí diariamente no está desconectada de todos los hechos violentos que han sacudido al Ecuador, en los últimos días.
“Lo que pasa en Esmeraldas en estos momentos es un acto de rebeldía, Los Tiguerones se declararon en rebeldía frente a los acuerdos alcanzados entre otras bandas; según dicen firmaron la paz Los Tiguerones y Chonekillers; la facción que no está de acuerdo está quemándolo todo”, explica Marlon.
Lo dice mientras enseña un comunicado enviado vía Whatsapp, que se habría filtrado. En la publicación se lee:
“Hemos firmado la paz en una sola firma, o sea todos bajo el mismo comandante. La W y Fito están en paz … el único problema son Los lobos porque ellos quieren dar batalla”, indican en el comunicado.
Esta información se sustenta en el informe presentado al Ejecutivo por las autoridades de seguridad donde se explica que la última masacre en la Penitenciaría fue el resultado de una nueva pugna entre las bandas Los Tiguerones y Los Lobos.
“Actualmente, los generadores de conflictividad son los privados de libertad de los pabellones 8 (Tiguerones) y 9 (Lobos), este último considerado el de mayor beligerancia”. Eso se dice en el decreto ejecutivo N.º 823
A criterio de Lorena, quien vive de cerca esta difícil situación, existe una crisis dentro de las bandas delincuenciales.
“Aquí había gente que tenía protección al pagar su vacuna porque Los Tiguerones caminan libremente acá, pero ahora también han sido atacados. Aquí no son Los Lobos, la facción rebelde de Los Tiguerones ha arremetido contra la gente”, indicó.
En redes sociales se han viralizado videos de gente huyendo desesperada de Esmeradas, muchos están aterrados y ya no aguantan más. Pero este, a criterio de Marlon, es un privilegio que se pueden dar pocos, a pesar de que la situación es la misma para todos.
“Se van los que puede Viviana, Esmeraldas es una ciudad rica con gente pobre, nosotros no tenemos el derecho ni de la tierra que habitamos. ¿A dónde nos iremos? Algunos tienen esa posibilidad económica pero son pocos; los de a pie, no tenemos nada acá mucho menos allá afuera, solo vivir con la esperanza de que algún día será distinto, es lo que nos toca. Es lo que tenemos”, dijo el joven padre de una pequeña hija desde el interior de su casa en la que se mantiene junto a su esposa.