Según la entidad, una compañía china también pagó sobornos para obtener favores de la Contraloría.
Punto Noticias.- Una pericia realizada a los chats de WhatsApp de los imputados en el caso Las Torres y a los documentos incautados demostraría cómo se fraguó un supuesto esquema ilegal dentro de la Contraloría.
Los investigadores recopilaron indicios que demuestran que no solo se desvanecieron cinco glosas por USD 13 millones a favor de Nolimit, una empresa que ofrece servicios petroleros. Sino que hay otra compañía que también pagó sobornos para obtener un beneficio similar.
Se trata de una empresa china, dedicada a la construcción de tuberías, sistemas de riego y obras civiles, de la cual el contralor subrogante, Pablo Celi, tendría conocimiento.
Documentación entregada por la Contraloría, en octubre de 2020, señala que Celi firmó el desvanecimiento de una glosa de USD 9,9 millones.
Antes de que se ejecute ese proceso, esa compañía extranjera transfirió USD 1,3 millones a favor del contralor subrogante y su hermano que integran la lista de 13 procesados por presunta delincuencia organizada en este caso.
La Fiscalía tendría en su poder el comprobante del depósito y de acuerdo con las indagaciones esos recursos fueron transferidos directamente a una empresa manejada por el hermano del contralor subrogante.
A pesar de esta información recabada por Fiscalía, el abogado de Celi, Marcelo Ron, rechazó esas acusaciones y mencionó que no hay indicios que certifiquen que ese dinero fue consignado a la cuenta personal de su cliente.
La defensa del contralor subrogante añadió que las acciones del hermano no pueden ser imputadas a su cliente e insistió que no tiene nada que ver con esa transferencia.
Para la fiscal general del Estado, Diana Salazar, luego de que se consignaban los pagos ilegales, Celi daba la orden para desvanecer las glosas. Al menos eso fue lo que dijo el pasado lunes durante la audiencia de revocatoria de la prisión preventiva solicitada por la defensa del contralor subrogante.
Señaló que esa fue la manera de operar de la estructura en la que se daba una coordinación para la entrega del dinero indebido.
Este accionar habría quedado registrado a través de una conversación por WhatsApp entre Celi y una funcionaria del ente de control.
El pasado 25 de marzo, esa servidora pública le envió un mensaje que decía: “Señor Contralor, jamás me atrevería a decir absolutamente nada sobre lo que tuve que desvanecer cuando usted me lo solicitó. Tenga la plena seguridad que solo diré (a Fiscalía) que usted jamás ordenaría algo por fuera de la ley”. En ese texto, la funcionaria se refiere a la orden de desvanecer una glosa de USD 112 millones a favor de una empresa de telecomunicaciones.
Otra de las evidencias que reposa en el expediente judicial es una pericia ejecutada el pasado 11 de junio. En esa experticia se extrajo información del celular de Pablo Celi, que fue incautado el pasado 13 de abril cuando allanaron su domicilio.
Para la fiscal Salazar, los chats demuestran que las acciones de control ejecutadas por la Contraloría no seguían un proceso regular, sino que el titular de esa entidad intercedía en las decisiones y resultados, a través de órdenes que daba a sus subalternos.
La Fiscalía tiene un registro de las conversaciones. Una de ellas del 9 de marzo pasado en la que se le solicita a Celi dejar sin efecto una auditoría en temas de publicidad de un Municipio.
Para la defensa del contralor subrogante estas conversaciones “no denotan un manejo irregular dentro de la Contraloría” y más bien serían disposiciones normales de trabajo. Pero para la Fiscalía serían evidencias que agravan la situación judicial de Celi y otros procesados.
Salazar dijo que el caso está aún en etapa de instrucción fiscal y que, si Celi sale de la Cárcel 4, en donde permanece con orden de prisión preventiva, retornará a su puesto de trabajo y eso afectaría a la investigación.
Sostuvo que la Fiscalía ha obtenido suficientes elementos de convicción, varios de estos remitidos a través de asistencia penal internacional con Estados Unidos.
Fuente: El Comercio, redes sociales