Es un estado de terror y guerra, nos está declarando la guerra y los ciudadanos lo permitimos, agregó vocera.
Geraldine Guerra, presidenta de la Fundación Aldea, informó que en los cuatro primeros meses del 2023 se han registrado más de 70 femicidios. Los más recientes son los de Nayeli Tapia, Denisse Reyna y Yuliana Macías, cuyos cuerpos fueron hallados con signos de tortura en una fosa, cerca de la orilla de un río en Quinindé.
Asimismo, Geraldine Guerra criticó la apatía del Estado y de las instancias competentes, mismas que tampoco han generado un sistema de protección a las familias de las tres jóvenes o impulsado un plan que garantice la no repetición y no revictimización.
“No han dado condolencias públicas. Sin embargo esperamos que en el transcurso del proceso judicial de investigación el Estado actúe diferente frente a las tres familias”.
Para Guerra, el asesinato de Nayeli, Dennise y Yuliana es la muestra de la violencia más atroz a que vie Ecuador y el mensaje tras esos femicidios es que cualquiera puede creerse con el derecho de tomar la vida de las mujeres.
“Se naturaliza la violencia y eso la perpetúa y genera nuevos casos. En el país se puede violar y matar a las mujeres y no pasa nada”.
Guerra reprochó que en este contexto el Estado entregue la responsabilidad del cuidado a la población, con el decreto de flexibilización del porte de armas, sin tomar en cuenta las estadísticas. Se evidencia que el uso de esos artefactos ha subido en un 300% para cometer femicidios, en los últimos dos años.
“Es un estado de terror, nos están declarando la guerra y los ciudadanos lo permitimos”.
Subrayó que desde hace dos años se dio una alerta: los femicidios se registran en un contexto de delincuencia organizada y economías criminales, los cuerpos de las mujeres se toman como botín de guerra, para marcar territorios o enviar mensajes.