Ubaldo Matildo Fillol, quien fuera guardameta de la selección argentina de fútbol en el triunfo en el Mundial de 1978 que se organizó en la Argentina, hizo declaraciones en las que se mostró dolido por el uso político que hicieron los dictadores de la contienda deportiva y describió amenazas de los propios jerarcas.
Uno de los militares condenado por crímenes de lesa humanidad se apoderó del equipo de fútbol River Plate durante los años sangrientos de la dictadura y obligó a Fillol a firmar un contrato. “Firmá el contrato porque, si quiero, vos desaparecés en treinta segundos y no te encuentran nunca más”, explicó el deportista que le dijo el vicealmirante Carlos Lacoste en 1979.
“Con el tiempo, respecto de lo que la gente piensa o ha pensado de nosotros, estamos orgullosos de ese logro, dimos la vida deportivamente hablando. Sí tenemos un gran dolor porque con el tiempo nos dimos cuenta de que se usó ese logro maravilloso para seguir secuestrando”, manifestó en una emisión televisiva el exarquero de la selección argentina.
También les pidió perdón a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo por la participación en esa cortina de humo, utilizada para seguir secuestrando y torturando, pero dando al mundo una imagen de país en orden.
Sobre Lacoste, quien intervino en todo lo relacionado con el Mundial y el fútbol en general en esos años, recordó que le hizo firmar el contrato bajo amenazas de desaparecerlo y luego de poner sobre la mesa, además del contrato que debía firmar, una pistola.
El futbolista pidió que no lo traten de héroe, “porque eso es para las Abuelas y las Madres de Plaza de Mayo”.