Expertos solicitan que pacientes con enfermedades previas consulten directamente con su médico.
A casi dos años de la llegada del coronavirus en el Ecuador, hasta el momento, se han registrado la presencia de las variantes Delta, Gamma, Alpha y Ómicron, esto confirmado por el Instituto Nacional de Investigación y Salud Pública (INSPI), por lo que hoy te queremos recordar cuales son algunos de los síntomas más frecuentes con los que puedes identificar si podrías haber contraído la COVID-19.
- Fiebre superior a los 37 grados y escalofríos
- tos y dolor de garganta
- Falta de aire, dificultad para respirar y fatiga
- Dolor de cabeza, dolores musculares o corporales
- Congestión o secreción nasal acompañada de pérdida del sentido del gusto o del olfato
- Nausea, vómito o diarrea
Si bien esta lista ha sido confirmada y compartida por los distintos Centros de Control de Enfermedades, a nivel mundial, también se ha determinado que podrían darse síntomas adicionales o presentarse en diferentes grados o mixturas, por lo que también se recomienda considerar los siguientes factores antes de acudir a un centro médico para poder realizarse una prueba que confirme el diagnóstico: tener varios de los síntomas anteriormente mencionados, haber tenido contacto con un infectado confirmado, no estar vacunado y haber participado en una actividad en espacios cerrados y con riesgo de aglomeraciones.
Afortunadamente, con el avance en los estudios sobre este virus, en los últimos meses, las complicaciones son cada vez menos frecuentes; no obstante, se recomienda tener mayor cuidado si no se ha sido vacunado y presenta los siguientes síntomas adicionales:
- Dolor u opresión persistente en el pecho
- Confusión repentina e Incapacidad para permanecer despierto
- Labios o cara de color azulado y uñas de color pálido, grisáceo o azulado, según el tono normal de la piel
La aplicación de una prueba es fundamental para poder confirmar si efectivamente has contraído el virus pandémico, sin embargo, es probable que el riesgo que tengas de desarrollar complicaciones que hagan necesario tu ingreso hospitalario incrementen si mantienes algunas enfermedades previas tales como:
- Cáncer o Estado inmunodeprimido (sistema inmunitario debilitado)
- Enfermedad renal crónica o hepática
- Enfermedades pulmonares crónicas, entre ellas EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica), asma (moderada a grave), enfermedad pulmonar intersticial, fibrosis quística e hipertensión pulmonar o Tuberculosis.
- Derrame cerebral o enfermedad cerebrovascular, Demencia u otras enfermedades neurológicas
- Sobrepeso y obesidad, Diabetes (tipo 1 o tipo 2) y Enfermedades cardíacas (como insuficiencia cardíaca, enfermedad de las arterias coronarias, cardiomiopatías o hipertensión)
- Trasplante de un órgano sólido o de células madre sanguíneas (incluye trasplantes de médula ósea)
- Tabaquismo, Trastornos por consumo de sustancias (como alcohol, opioides o cocaína)
Si eres un paciente de alto riesgo o tienes un familiar con esta condición previa se recomienda monitorear la temperatura con un termómetro y adquirir un oxímetro de pulso.
El oxímetro de pulso es un dispositivo de plástico que se coloca en el dedo y ayuda a controlar la respiración, porque mide cuánto oxígeno hay en la sangre.
En el mercado este equipo puede tener un costo de USD 30,00 aproximadamente; sin embargo, según las recomendaciones de los expertos, los adultos mayores y las personas de cualquier edad que tengan afecciones médicas previas deben acudir inmediatamente al médico, sobre todo si la lectura en el oxímetro es de menos del 92 por ciento,
redacción: Ángel Cóndor