Con hechos de violencia, que ocurren en pleno estado de excepción decretado por Daniel Noboa, el expresidente de la República habló de la toma de las cárceles, por parte de la delincuencia organizada.
Ahora el crimen organizado ha infiltrado al Estado, sostuvo Rafael Correa. También que es la primera vez en la historia que enfrentamos algo así. «No ocurrió en el Gobierno de (Abdalá) Bucaram ni de Alfredo Palacio, Lucio Gutiérrez, ocurrió con (Lenín) Moreno, con (su exministra María Paula) Romo y (Guillermo) Lasso».
La propia Policía está infiltrada, las Fuerzas Armadas, las cárceles, el sistema de justicia, dijo Correa, en entrevista con Nelson Salazar. En el 2007, contestó, él también encontró un país inseguro, con crisis económica, sin inversión social. Pero admitió que la situación ahora es mucho más grave.
Este martes 9 de enero, Ecuador amanece con estado de excepción, con explosiones, policías secuestrados e incluso una nueva fuga de un delincuente de una cárcel, tras el escape de Adolfo Macías, alias Fito, líder de Los Choneros. El Gobierno confirmó el hecho, recién el domingo 7. Pero José Serrano, exministro del Interior, con buenos contactos en Inteligencia, dijo que pasó el 25 de diciembre del 2023.
¿Qué haría si fuera Presidente con un Ecuador en estas condiciones? Lo que ya hicimos, dijo. «Primero hay que saber, hay que tomar la decisión, tener la valentía, no se va a organizar la kermés del barrio, se va a arriesgar la vida. Se quiere ser Presidente para arreglar el problema que se conocía y este Gobierno no está haciendo absolutamente nada, ni en el tema seguridad ni de reactivación económica».
Según Rafael Correa, quien gobernó durante 10 años hasta el 2017, no hay nada nuevo que descubrir. «Ya lo hicimos en el 2007 con un problema menos grave. Hay que tomar las experiencias adecuadas, pero mucho más agresivamente y arriesgando mucho más». Cuestiona que los grupos criminales se encuentren tan armados.
En esa línea, el expresidente pregunta:
¿Cómo entraron esas armas?
¿Cómo nadie lo detectó?
«Eso ya es negligencia del Estado. No puede pasar sin querer, es deliberado. ¿Cómo combatirlo? Eso pasó en Centro América, cuando las guerrillas se movilizaban; en la propia Colombia, se debe recuperar el armamento de grupos paramilitares, guerrilleros. Se ofrece recompensa para que denuncien dónde hay armas y se paga por recuperar las armas y se puede desarmar a los grupos; poner controles en carreteras, en el bypass de Quevedo asaltan a diario, pero no se está haciendo nada al respecto».
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