Mauricio Macri lo consiguió. La inflación en Argentina se disparó hasta niveles solo alcanzados en los tiempos de la Hiperinflación de 1991. 43,9 % en los 11 meses de este año. Y si comparamos los precios de noviembre 2017 a noviembre 2018, la suba es de 48,5 % en el índice de Precios al Consumidor.
Pese a la reducción drástica de consumo, con los peores índices de matriculación de vehículos de la década, fábricas que cierran, despidos y cotización del dólar planchada, los precios siguen subiendo.
Septiembre y octubre se habían convertido en los meses con mayor inflación del año, con 6,5 % y 5,4 % cada uno, algo que se continuó de manera imparable en noviembre.
La población argentina teme un nuevo incremento de los combustibles que dispare otra vez los precios o una nueva devaluación frente al dólar promovida por el gobierno para beneficiar a las grandes fortunas en dólares y a quienes especulan en el circuito financiero con las tasas bancarias más altas del planeta.
Los mayores aumentos se vivieron en los rubros “salud”, “bebidas alcohólicas y tabaco” y “otros bienes y servicios”. Si bien fuerte el aumento en “alimentos y bebidas”, fue del 3,4 %, no llegó al pico de los otros ítems, siendo el que repercute de manera primaria en la población más pobre.
Desde 1991 que la Argentina no llegaba a registros de inflación tan altos, en aquella oportunidad el neoliberalismo logró un 84 % de inflación, mientras que en el 2002, luego de la crisis económica brutal que vivió el país, se llegó a un 40,9 %.
Diciembre es un mes donde los precios aumentan por la demanda navideña, así que no quedan especialistas que pronostiquen que la inflación desciende en el último mes del año.