San Miguel del Común, la comuna que más ha resonado durante el paro nacional, ha denunciado presencia militar en su territorio.
Punto noticias. Esta población, mayoritariamente campesina al norte de Quito, dice estar desconcertada con la llegada inesperada de los militares la tarde del 11 de julio hasta la iglesia de esta zona. Aseguran que no entienden porque un control de armas se ha realizado afuera de sus hogares.
Varios testimonios de vecinos que presenciaron la aparición de los militares ese día, se concentraron en el parque de la comuna, la mayoría dice sentirse inquietos ante esta acción. Para algunos es una intimidación, para otros una provocación ya que no entienden porqué un control que no se ha dado en la zona, toma lugar en estos días.
Parte de los relatos de los moradores se ha centrado en la actitud desafiante por parte de los militares, así cuenta Verónica, una de las moradoras de ese sector, quien narra que se la detuvo para revisar su auto en el puesto militar que se ubicó frente a la iglesia de la comuna.
Verónica resalta que le llamó mucho la atención que los militares bajaron hasta ese punto para iniciar con una requisa de armas lejos de la avenida principal y en un sector donde solo transitan sus moradores.
Cuenta que les preguntó a qué se debía esa actividad tan cerca de un sitio donde juegan niños, hay comercios y es relativamente tranquilo. Sin embargo, no tuvo suerte y sus inquietudes no fueron respondidas.
La mayoría de los habitantes de la comuna se dedican a la agricultura, aseguran que la liberación del subsidio en el precio del combustible los afecta directamente para comprar la materia prima para sus cultivos y para abastecer de alimento a sus criaderos.
Zona de enfrentamientos
Este territorio fue uno de los lugares en declararse en resistencia desde el primer día del paro nacional y también fue el escenario de uno de los peores enfrentamientos entre la policía nacional y los manifestantes.
Se denunció represión por parte de la polícia nacional contra los moradores… Algunos resultaron afectados por asfixia, incluso las bombas lacrimógenas cayeron en hogares donde había adultos mayores, niños y enfermos. Por parte de la policía se denunció el incendio de dos unidades de la policía comunitaria. Luego de estos hechos, la distancia entre los comuneros y las autoridades se han profundizado.
Las denuncias por parte de los habitantes de este sector de la capital se dan medio de dos escenarios:
- Primero; los diálogos entre la Confederación de Nacionalidades Indígenas, y el Gobierno para dar seguimiento a las 10 exigencias del movimiento indígena.
- Segundo; las acusaciones por parte del presidente Guillermo Lasso y sus voceros sobre el financiamiento de las protestas. El Gobierno sostiene que el paro nacional habría sido financiado por el narcotráfico. Sin embargo, hasta el momento no se ha presentado ninguna prueba que sustente esto.
Mientras, los habitantes de San Miguel del Común aseguran que apoyan los reclamos del movimiento indígena, principalmente apoyan el mejoramiento de los precios de los productos del campo, la reducción de los precios del combustible como ya se ha acordado, entre otros.
Así mismo, rechazan ser parte de presuntas redes criminales o incluso ser financiados por el narcotráfico. Parte de las actividades a las que se dedican los moradores que permanecen en San MIguel del Común son: a los criaderos de cerdos, siembra de frijol, acelga, plantas medicinales, mandarina, limón, aguacates entre otros.