En el noroccidente de Pichincha se instauró una ruta turística, vivencial y temática denominada la Ruta del Chocó-Latte. Su trayecto comprende un recorrido por tres cantones: San Miguel de los Bancos, Pedro Vicente Maldonado y Puerto Quito donde se realizan visitas programadas a las fincas productoras. El visitante presencia el proceso completo que conlleva la producción y explotación del cacao: siembra, cosecha, secado, fermentación y finalmente la elaboración de tabletas y otros productos, como jabones, barras energéticas, licores, miel y chocolates.
Existen más de 140 locales relacionados a la Ruta del Chocó-Latte. En hoteles, restaurantes y sitios de interés turístico se oferta una gran variedad gastronómica que tiene al cacao como protagonista.
El de Pichincha es un cacao de fino aroma, con gran intensidad en el sabor y viscosidad. Su producción se da en medio de un paisaje exótico y altamente biodiverso, el Chocó Andino.
La Prefectura lideró el proceso de postulación ante la UNESCO para que el área denominada Chocó Andino de Pichincha sea declarada reserva de biósfera. El Chocó Andino abarca 286.805 hectáreas que representan el 30.31% del territorio de la provincia. El título de Reserva de Biósfera al Chocó Andino de Pichincha le fue otorgado en julio de 2018.
El Chocó Andino constituye un paraíso natural con una gran concentración de flora y fauna que incluye especies emblemáticas como el oso de anteojos, el zamarrito pechinegro, el gallo de la peña, olingos, tigrillos e infinidad de insectos, anfibios y reptiles. Los servicios eco sistémicos que estos bosques brindan a ciudades como Quito, Los Bancos y Pedro Vicente Maldonado garantizan el hábitat y la vida en esas ciudades. Gracias al nombramiento de reserva de biósfera se beneficiaron directamente 880.000 personas y de manera indirecta los 3 millones de habitantes de Pichincha.