Editorial de Radio Pichincha
Lamentablemente ya nada nos sorprende, pero la inoperancia con la que Don Guillermo conduce el país cada vez es más escandalosa. No solo se trata de su falta de conocimiento en el manejo de lo público, sino que cada día se esfuerza por demostrar que Ecuador le importa un bledo.
Cuando recordamos su última campaña presidencial y su icónica frase del “ya que chuchas”, nos damos cuenta de que esa fue su filosofía y principal estrategia al momento de dirigir nuestro país, pues en 29 meses de gobierno deja una nación destrozada, con una deuda pública casi impagable, con apagones y como uno de los países más violentos e inseguros del mundo.
Pero esto no es todo. Si a alguien le quedaba dudas de que a Lasso no le importa el país, él lo evidencia nuevamente.
Ahora pidió una nueva “licencia” para viajar a Nueva York y participar en un evento por los 100 años de fundación su banco. Sí, como lo escucha, mientras el país se cae a pedazos, el Primer Mandatario está más interesado en ser parte de un coctel con sus socios, amigos, empresarios y su “gran padrino”.
Y, como de costumbre, luego de esto viajará nuevamente en el avión presidencial, bautizado por él como un “lujo socialista”, para visitar Corea del Sur junto a su esposa y una comitiva de ministros que lo único que buscan es saciar su ego.
Es así como Don Guillermo llega al ocaso de su gobierno, con una salida anticipada, sin credibilidad y lleno de cuestionamientos por corrupción, pero como uno de los alumnos más destacados del neoliberalismo, no se va sin antes firmar un acuerdo para que el ejército de Estados Unidos intervenga en el país e intente “resolver” lo que él no pudo en dos años y medio. PUNTO.