Manabí ya registra 620 muertes violentas en 2023, casi el doble de lo reportado en el mismo período, el año pasado; su gente intenta sobrevivir bajo la mirada de bandas delictivas.
Manabí, Ecuador – En Manabí no se da un solo paso sin que lo sepan las bandas delincuenciales. Aunque el turismo intenta sobrevivir en medio de la lucha por la recuperación, tras el devastador terremoto cuyos estragos aún se ven en ciudades como Pedernales.
A pesar de la pandemia, que desestructuró las cifras de turistas tanto nacionales como extranjeros, la provincia sigue intentando subsistir, aunque “la violencia camina libre por las calles”, según repiten varios habitantes consultados.
San Vicente, un rincón apacible separado de Bahía de Caráquez por el puente Los Caras, guarda silencio sobre la violencia de las bandas delictivas. Un joven, de 16 años, a quien llamaremos José, atiende el negocio de sus padres. Y se atreve a decir: «Tengan cuidado, como ven que no son de aquí, corren más peligro».
Al día siguiente, el domingo 24 de septiembre de 2023, cerca de las 08:00, en este mismo cantón, Víctor Zambrano apareció sin vida víctima de sicariato; el ciudadano no tenía antecedentes penales.
Este crimen se suma a otros 10 registrados en la provincia en un solo domingo. Quienes habitan Manabí enfrentan esta dura realidad sin escapatoria. José, con voz temblorosa, admite: «Esto es pan de cada día».
“Acá la única ley que existe es la de los panitas que hacen sus negocios chuecos, a ellos no les importa nada; incluso han asesinado personas en el malecón (lugar turístico en donde está ubicado su negocio)”.
Por las noches, el panorama, en zonas empobrecidas como Canoa, contrasta con los autos de alta gama que se parquean fuera de las covachas y de dónde bajan varios hombres, quienes se mueven siempre en grupos, que solo se sientan a mirar a los pocos turistas o se acercan a licorerías de donde sacan costosas botellas de licor, no habilitadas para el público en general. Mientras de la Policía que hace pocos minutos se encontraba en el lugar ya no queda rastro alguno.
La sensación de constante peligro está en el aire todo el tiempo. En otros cantones de la provincia se reportaron dos escenas de triple crimen, uno en la localidad costera de Puerto López y otro en Manta, en esta última ciudad hubo dos asesinatos más en diferentes puntos. Entre ellos, los hermanos Jefferson y Jhinson Mera, quienes perdieron la vida en manos de dos desconocidos que les dispararon en el barrio Nueva Esperanza.
En Puerto López, al sur de Manabí, la escena fue macabra. Un presunto ajuste de cuentas entre bandas delictivas dejó tres personas maniatadas y sin vida, cerca de un balneario en el sector conocido como ‘El Puente’. En ese mismo incidente, una cuarta víctima logró sobrevivir a pesar de presentar heridas de bala. La Policía lo traslado hasta una clínica.
Otros dos asesinatos ocurrieron en Sucre al igual que en Rocafuerte. Además, otras siete personas resultaron heridas en estos ataques.
Con estas cifras, Manabí suma un total de 620 muertes violentas en lo que va del 2023, cifra que casi duplica las estadísticas del año pasado en el mismo período, cuando se contabilizaron 340 homicidios.