Editorial de Radio Pichincha
Si alguien dudaba que don Guillermo era feliz gobernando sin Asamblea, sin control político, sin contrapeso de poderes, etc., pues ahora queda más claro que su autoritarismo y hasta “totalitarismo” es la mejor prueba de su ausencia de sentido democrático de su gestión.
Su fachada de demócrata se cae cuando oficialmente se dice que será difícil aplicar el mandato de la consulta popular sobre la explotación del bloque 43 del Yasuní.
Y cualquier persona diría, en términos hasta caricaturescos: ¿si sabían por qué no lo advirtieron antes? Jamás se les escuchó decir que el mandato, de ser positivo el resultado de la consulta, era inaplicable, tenía problemas de constitucionalidad y todo lo que han salido a decir ahora.
Es que más allá de la “buena intención” de colocar el tema como un asunto de interés nacional, a través de una consulta, que don Guillermo apoyó en campaña por hacerse el simpático con los Yasunidos, ahora ya no ha sido posible, ahora ya es un problema, ahora la complicación para el Estado es un lío “de la Madona”.
Es que así ha tratado los asuntos de Estado, “a la patada”, al vaivén de los deseos de sus tuiteros y de sus acólitos en la prensa. Nunca se dijo cómo resolverían el hueco fiscal que dejaría cerrar ese pozo petrolero y con ello los ingresos, que algunos calculan en 1.200 millones de dólares al año. Y algo más que es mucho más grave: son 900 contratos que se tienen que rescindir, pagar las indemnizaciones, sin dejar de lado las multas y hasta las demandas internacionales, que algunos calculan en más de 10 mil millones de dólares.
Y todo eso lo tendremos que pagar todos los ecuatorianos y ecuatorianas. Pero “le vale” a don Guillermo, ya se va, ya se hizo con la banda presidencial, ya tendrá su foto en el Salón Amarillo y los negocios que han levantados sus amigos y socios
Pero para no ser del todo duro con este presidente saliente, también es cierto que la Consulta tiene un vicio que nadie se atrevió a discutir, quizá por cierta novelería: solo los pobladores del territorio afectado, según la Constitución, tienen derecho a decidir sobre el destino de los recursos. Pero, también es verdad que los integrantes de la Corte Constitucional tienen parte de la responsabilidad en todo esto.
Entonces, ahora se entiende mejor por qué no puede seguir más en Carondelet don Guillermo, ya no puede ser ajeno a un clamor nacional. Y, por supuesto, de haber existido una sola vuelta hoy mismo ya tendría que haberse ido. PUNTO