Editorial de Radio Pichincha
La cadena nacional de anoche ha demostrado una vez más que don Guillermo no estaba preparado para dirigir un Estado. Ha confundido la gerencia de un banco o un concurso de vanidades con la ENORME RESPONSABILIDAD DE DIRIGIR LOS DESTINOS DE UN PAÍS.
Para referirse a un acontecimiento tan importante como un juicio político, don Guillermo solo apela a su “reputación”. Y nos quiere meter en un lío familiar. Se olvida él que se lo eligió por una parte del electorado para gobernar, NO LO ELIGIERON, LOS QUE LO ELIGIERON, PARA QUE SEA SU FAMILIA LA GOBERNANTE. Por tanto, tanta referencia a la familia, a sus hijos y a su esposa solo revela que este señor no está preocupado por los centenares de asesinados, miles de emigrantes y decenas de miles de personas que no tienen empleo.
A DON GUILLERMO SOLO LE IMPORTA SU REPUTACIÓN Y LA DE SU FAMILIA.
Y siendo así, su aparición en cadena nacional no fue precisamente la de un PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA: mal vestido, como si fuese un funcionario de último rango mal pagado, que no tiene la prestancia para hablar en público, rodeado de personas obligadas a aplaudir cada vez que doña Lourdes lo hacía y así aspira a dignificar el cargo que le delegaron quienes ahora se arrepienten de haberlo colocado ahí.
Ni una sola palabra en 18 minutos con 30 segundos sobre las acusaciones concretas, que están sustentadas en el dictamen de la Corte Constitucional y en las decenas de páginas con evidencias y señalamientos.
Además, en un momento dejó ver algo ruin, intentando comparar a su padre con otros. Ese tipo de cosas muestran a don Guillermo en su esencia, no solo despótica, aunque hable bajito o con la mirada viscosa. Se le nota que su visceralidad aflora para, cual Lenín Moreno, atacar a sus adversarios sin levantar la voz.
¿Por qué no aparece acompañado de su Gabinete, de su Vicepresidente, de sus asesores, de aquellos personajes que fueron a presionar a la Corte Constitucional como lo confesó su hincha número uno, el supuesto periodista padre del Hijo Bobo?
Se nota que estamos frente a un cuadro muy patético. Una fotografía de quien ni siquiera en su banco se expondría en tal formato. Si su condición demócrata, que tanto le gusta decir, fuese real no solo YA HABRÍA RENUNCIADO. Pero no, hay caprichos en la vida que se expresan cuando hay demasiado dinero en juego o muchos amigos demasiado manchados hasta el tuétano. ¿O será que el cuñado siempre será la razón de fondo de un entramado que puede llevar a la cárcel a mucha gente?
Si don Guillermo quiere convencernos de ser un personaje intachable, aunque esté señalado en la investigación de los Pandora Papers, lo de anoche pudo ser una gran postura política, pero fue todo lo contrario. Y esto solo prueba que si va a juicio ya sabremos cómo se defenderá o cómo trabajarán sus acólitos de la Mafia Mediática para intentar desvirtuar lo que ya es un hecho histórico. PUNTO