Militantes del PT, MTST y MST realizan un campamento a 200 metros de la cárcel donde ha sido recluido el expresidente Lula da Silva, en la zona norte de la ciudad de Curitiba. El campamento fue bauizado “Lula Libera” y busca acompañar al dirigente político Luiz Inácio Lula da Silva hasta que sea puesto en libertad.
“En este país todo funciona con presión”, manifestaba Roberto Baggio, coordinador del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) en el estado de Paraná.
Condenado a 12 años y 1 mes de prisión por la simple declaración de un empresario corrupto que lo involucró en la trama de corrupción del Lava Jato a cambio de rebajar su condena, Lula aseguró que iba a demostrar su inocencia y por eso se negó a refugiarse en una embajada o salir del país.
“Estamos en vigilia permanente por la libertad de Lula. Mientras él esté, nosotros nos quedaremos”, explicó Vanda Santana, miembro de la ejecutiva paranaense del PT, partido que fundó en 1980 Lula, citada por Página 12.
El campamento se ha dotado de comisiones de disciplina, cocina, salud, limpieza y una de comunicación para atender solo, “de forma muy cariñosa, a la prensa de la clase trabajadora”. En la capital del país también se montó otro campamento frente a la Corte Suprema para que los jueces liberen a Lula y dejen de perseguirlo.
Según la constitución brasileña, un condenado puede evitar entrar en prisión siempre que le resten recursos e instancias legales a las que apelar, algo que se modificó expresamente para encerrar al candidato a presidente del Partido de los Trabajadores.
La noche de la entrada en prisión de Lula da Silva, un cordón policial reprimió a la gente que quiso manifestar su solidaridad con el expresidente y su rechazo a la persecución judicial, dejando a nueve personas heridas, incluido un niño de corta edad.