En los cantones San Lorenzo y Eloy Alfaro está prohibida esta actividad por una orden judicial, pero los mineros hacen caso omiso.
Punto Noticias.- A pesar de que el 24 de marzo de 2011, un juez de San Lorenzo dictó la medida cautelar que prohíbe toda explotación minera en los cantones San Lorenzo y Eloy Alfaro, en Esmeraldas, la actividad ilegal ha proliferado.
La intervención judicial intentó evitar que los buscadores de oro continuaran contaminando los ríos con químicos y afectaran a los habitantes de las comunidades que consumen esa agua.
Mauricio Almeida, coordinador zonal norte del Ministerio de Energía y Recursos Naturales no Renovables señaló que la medida cautelar sigue vigente porque fue ratificada el 4 de junio de 2018. Pero a pesar de la restricción y de la destrucción, con dinamita, a cerca de un centenar de máquinas en los dos cantones, la minería informal ha ganado terreno sin penar en las consecuencias.
Un ejemplo de ello, es la tragedia registrada el pasado miércoles en el recinto Los Ajos, de la parroquia Urbina, en el cantón San Lorenzo. Cinco personas fallecieron y tres fueron rescatadas con vida, luego de un deslizamiento en una mina ilegal.
El hecho se registró cuando estaban lavando el oro, en una perforación de 70 metros de diámetro y 40 de profundidad.
La actividad minera en Urbina se ha realizado en los ríos con bateas de madera, sin la utilización de químicos y en ella ha participado adultos y niños.
Según las autoridades, la mina de Los Ajos es uno de los tres frentes que hay en Urbina, pero entre San Lorenzo y Eloy Alfaro se han identificado 52 frentes ilegales.
Las personas que buscan oro se han instalado junto a los ríos Cachaví, Santiago, Cayapas, Cuchiví, entre otros. En las orillas de los afluentes abren fosas gigantes para buscarlo.
El inversionista ilegal se ocupa de adquirir las máquinas y montar el campamento y cuenta con el trabajo de un maquinista que llega a ganar USD 1 200 al mes. Asimismo, paga el salario básico a 24 personas (en dos turnos diarios), quienes se encargan del apilamiento y otras tareas logísticas. También por su cuenta operan minadores.
Gustavo Acosta, comandante de la IV División del Ejército Amazonas, que tiene a su cargo la seguridad de la frontera con Colombia, indicó que en algunas zonas, los pozos y los ríos están cubiertos por agua de color blanco, por la contaminación con mercurio.
Indicó que periódicamente los militares realizan patrullajes por tierra y aire, con el fin de verificar las actividades ilícitas y cuando encuentran un foco de producción de minas informan a la Agencia de Regulación y Control Minero que, junto a la Fiscalía y el Ministerio del Ambiente, organizan los operativos.
Según Acosta se han realizado siete operaciones en el norte de Esmeraldas.
Nathalia Bonilla, presidenta de Acción Ecológica, manifestó que la minería ilegal de oro es uno de los mayores problemas debido a que a pesar de la pandemia esta no se detuvo.
Fuente: El Comercio, redes sociales