Las inundaciones que están asolando el sur de Asia ya dejaron más de 40 millones de damnificados y un millar de muertos, convirtiéndose en una tragedia histórica.
En la India se contabilizan hasta la fecha 693 decesos por las precipitaciones asociadas al monzón, 379 de los cuales ocurrieron en el nororiental estado de Bihar. Territorio en el cual se calcula en 16 millones de personas afectadas por el cambio climático. De ellos, más de 150 mil están en campamentos de ayuda.
Mientras, en el vecino estado de Uttar Pradesh la cifra de fallecidos es de 91 y se registran más de dos millones de damnificados. En Bengala, perdieron la vida 152 personas y los damnificados ascienden a 16 millones. Todas cifras impactantes.
Se trata de cifras preliminares, ya que es imposible prever el estado de situación de estrago definitivo. Son miles las viviendas, negocios, puentes, carreteras y líneas férreas afectadas, lo mismo que las tierras de cultivo.
De hecho, en la vecina Bangladesh los temores por la pérdida de cosechas, prepara ya un plan de emergencia alimentario sin precedentes. Casi ocho millones de personas se vieron afectadas por las inundaciones, según el ministerio nacional de Gestión de Desastres.
“Muchos sobrevivientes lo perdieron todo: sus casas, sus posesiones, sus cultivos”, dijo Christa Rader, directora del Programa Mundial de Alimentos en Bangladesh.
En Nepal, el gobierno informó de 146 fallecimientos por las lluvias y en Pakistán, 19.
Con información de Prensa Latina.