Una multitud acompañó a los familiares de Razan al-Najjar en una sentida ceremonia, luego de que fuera asesinada por francotiradores israelíes mientras atendía a jóvenes heridos.
La enfermera de 21 años estaba ayudando a evacuar a los heridos de la represión en Gaza, cuando le dieron muerte de un disparo, pese a llevar ropa que la identificaba como personal sanitario.
La manifestación se oponía a la instalación de embajadas extranjeras en Jeruslén. En total, el Ejército israelí ha causado la muerte de al menos 119 palestinos y les ha ocasionado heridas a más de 13.000, desde que comenzaran las manifestaciones palestinas conocidas como la “Gran Marcha del Retorno”, que son de carácter no violento y exigen el fin de la ocupación israelí.
Democracy Now! Cita las palabras de la madre de Razan, Sabreen al-Najjar: “El mundo entero fue testigo de lo que le sucedió a mi hija, y estoy pidiendo protección internacional. ¿Dónde está la protección internacional? ¿Dónde están los derechos humanos? ¿De qué manera era mi hija una amenaza? ¿Cuál era su arma? Esta era su arma: sus equipos médicos. Esta era el arma de mi hija: su manera de resistirse. ¿Con qué fundamentos la mató el soldado que le disparó? Había sido perseguida desde el primer día de las protestas. Sobrevivió a la muerte en numerosas ocasiones. Ella salía adelante y me contaba lo que había vivido. Que Dios haga responsable a todos aquellos que callen sobre esto”.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, prosigue este martes en París su ofensiva para intentar crear un frente común contra Irán, en la segunda etapa de una gira de tres días en Europa.