Antonio Fraguas de Pablo, conocido bajo el seudónimo Forges, murió ayer en Madrid, víctima de un cáncer de páncreas, a los 76 años.
El humorista gráfico madrileño se destacó por su tono irónico y profundamente humanista. Su característico humor y dibujos fueron llamados “forgendros”, incluso haciendo uso de muchos vocablos inventados como “gensanta”, “stupendo”, “esborcio”, “tontolcool”, entre otros.
Forges tuvo una vida ligada a la comunicación, comenzando a trabajar a los 14 años en la televisión española como técnico, hasta que en 1973 pidió una excedencia para dedicarse de lleno al humor gráfico.
Ha colaborado para las principales revistas de humor, desde Hermano Lobo, La Codorniz, o El jueves, y en diarios de información general como Pueblo, Informaciones, Diario 16, El Mundo o El País, con unas personales viñetas sobre la vida cotidiana, en clave de crítica social, reconocía una nota de eldiario.es. Donde también se destacan el Premio Nacional de Periodismo Pedro Antonio de Alarcón que obtuvo en 2013, las Medallas de Oro al Mérito del Trabajo de 2007 o al Mérito de las Bellas Artes, que le fue otorgada en 2011.
También hizo televisión como colaborador de Deforme Semanal en Telemadrid o en Canal Sur de Andalucía y en radio en espacios con grandes conductores como Luis del Olmo, Javier Sardá o Gemma Nierga.
Forges incluso llegó a dirigir dos películas “País, S.A.” en 1975 y “El bengador gusticiero y su pastelera madre” en 1977. También publicó una treintena de libros recopilando sus mejores trabajos, una novela y dos libros narrativos.
Su pérdida deja un vacío en el humor gráfico español que será difícil de cubrir por el nivel de originalidad de su trabajo y la poderosa mirada que tenía para mirar la realidad.