Escapó de un proceso judicial revictimizante luego de denunciar que fue violada. La niña estuvo 8 días con una pareja, quienes, según su madre, habrían tenido intenciones de llevarla a Perú.
Las Warmis.- Este 2 de agosto, la DINASED ubicó a una niña de 12 años, reportada como desaparecida el pasado 25 de julio. La encontraron en El Coca, hasta donde la llevaron Nayeli M. y Marco A. desde La Joya de los Sachas, provincia de Orellana. Ambos son mayores de edad y le ofrecieron “ayuda” a la niña, quien fue diagnosticada con depresión, luego de que en enero de 2023 denunció que fue violada por Alex C.
Tanto Nayeli como Marco, conocían a la menor desde hace tiempo atrás. Marco, había trabajado en el bar de la escuela de la niña y luego en un karaoke de la familia, hasta que fue despedido.
Desde el momento de la desaparición de la niña, su madre apuntó a Nayeli M., aunque esta negó en reiteradas ocasiones que estuviera con ella, a pesar de que hay testigos que las vieron subirse juntas a un bus.
La búsqueda de la menor se intensificó una vez que el caso se hizo público en redes sociales. Cuando la encontraron, la niña manifestó que estuvo con Nayeli y Marco voluntariamente, por lo que, inicialmente, no se inició ninguna investigación.
Al salir del entorno policial, la pequeña confesó que fue amenazada para no involucrarlos, y señaló que estuvo varios días en una finca, de la cual desconoce su ubicación y que escuchó que en los días siguientes se irían a Perú.
La madre de la menor también encontró mensajes que corresponden al facebook de Marco A., quien había usado tiempo atrás su celular. En la conversación con otro hombre de nombre Edward se lee:
– Oe a dónde está la niña, a dónde la tienes
– ¿Por qué, qué pasó?
– La voy a vender y tengo comprador. Pero la necesito oritas (ahora).
– Yo también ya la tengo negocia (negociada)
– Solo estoy esperando que me depositen nada más.
Con estos elementos, la madre de la menor quiso realizar una denuncia, para evitar que dejen en libertad a los involucrados. Cuando llegó a la Fiscalía, le dijeron que ya no había nadie.
Después de extender la queja sobre la ausencia de personal para receptar la denuncia, en horas de la noche, funcionarios de la Fiscalía, les manifestaron que les van a “ayudar”; sin embargo, consideraron que los elementos por el delito de trata no son contundentes y abrieron una nueva investigación por violación, pues la menor también habría sido agredida sexualmente.
Según el artículo 171 del COIP, las niñas menores de 14 años no tienen capacidad legal de prestar consentimiento para ser parte de un acto sexual. “Todo acceso carnal con penetración a una menor de catorce años es violación”.
Según la ley, el agresor será sancionado con pena privativa de libertad de diecinueve a veintidós años. Además, se considera como agravante, el “aprovecharse de las condiciones de vulnerabilidad de la víctima”.
La familia de la niña ha enfrentado dificultades para obtener justicia y protección adecuada para la niña. Sin embargo en las últimas horas se activó la “Unidad de Género de la Fiscalía” y la Defensoría del Pueblo como veedores, para que las investigaciones no continúen revictimizando a la menor y a su familia.
Por el lado de la sociedad civil, Casa Paula y la Red de Mujeres Amazónicas, organizaciones que acogen a mujeres víctimas de violencia en Orellana, se han puesto a la orden para revisar los casos que involucran a la menor y procurar una adecuada defensa.
La niña fue violada también en enero por Alex C.
El detonante de la desaparición de la pequeña, fue el proceso judicial que se sigue contra Alex C., quien está acusado de haber violado a la niña, e intentar violarla en una segunda ocasión, cuando ella tenía 11 años, en enero de 2023.
Alex C. fue detenido en delito flagrante, pero sus abogados solicitaron medidas sustitutivas a la prisión preventiva y un juez de Orellana le permitió defenderse en libertad. Esto fue un golpe para la familia, pues según explicó la madre de la niña, temían que él pueda ubicarla y hacerle daño, así que tuvo que renunciar de su trabajo en una heladería y buscar otras formas de empleo informal para cuidar de sus hijos.
El presunto violador, es taxista, tiene 27 años, y era conocido de la familia, quienes usaban sus servicios para trasladar a los niños de la escuela a su casa o llevarles la comida, por lo que habría aprovechado este vínculo de confianza para agredirla.
Desde entonces, la menor ha sufrido procesos de investigación revictimizantes, ha narrado lo ocurrido en varias oportunidades y ha sido cuestionada, así como su familia, por permitir que el agresor se le acerque; incluso un secretario judicial, habría insinuado que el hermano de la niña, que tiene cuatro años de edad y tiene autismo, debió defenderla, porque estuvo en la casa cuando fue agredida.
Mientras, los abogados del acusado intentaron que la madre reciba dinero a cambio de que no impulse la denuncia, algo que ella rechazó. La señora aseguró que le dijeron que «piense bien y se ahorre los gastos del proceso, porque ellos le pueden sacar las veces que quieran».
Cifras de violencia sexual contra niños, niñas y adolescentes en Ecuador
Según las cifras proporcionadas por UNICEF un 21% de niños, niñas y adolescentes ha sufrido violencia sexual en Ecuador. Mientras que la Encuesta de violencia de género realizado por el INEC en el 2019, detalla que el 32% de las mujeres encuestadas afirma que ha sufrido violencia sexual.
Otra cifra de la Fiscalía, revela que en el país se registran al día un promedio de 42 denuncias por violación, abuso y acoso sexual a niñas y mujeres. Además del promedio de denuncias por violación diarias, tres son contra niñas menores de 14 años.
La situación de violencia contra las niñas es alarmante, pues siete niñas menores de 14 años dan a luz cada día, la mayoría de ellas fue agredida por un adulto conocido. En 2022, se registraron 1921 bebés de niñas en este rango de edad, es decir la violencia sexual a menores, continúa en aumento.