Lo dice el asesor de inmunizaciones de la Organización Panamericana de la Salud.
Punto Noticias. El doctor Alvaro Whittembury, asesor de inmunizaciones de OPS, no habla de una nueva cepa del SARS-coV-2, descubierta en Reino Unido, sino de una variante, debido a que la variación en su composición genética todavía no ha sido definida cómo afecta en su interrelación con el medio ambiente.
A decir del experto, si bien existe información de que esta variante podría tener una mayor contagiosidad, que se podría transmitir de forma más fácil, esa información no ha sido fehacientemente comprobada.
Anota que tampoco hay información que sustente que produce una enfermedad más grave; por lo tanto, tampoco habría una preocupación especial en este sentido. También se investiga si esta variante pudiera comprometer, de alguna manera, la efectividad que tenga la vacuna o la efectividad de los medios diagnósticos.
Explicó que una de las variantes se ha presentado en la proteína S o espícula, que tiene forma de púa y que es con la que el virus interactúa con las células del organismo, a fin de poder ingresar a estas y replicarse.
Insistió Whittembury que todavía no está muy clara la información sobre esta nueva variante y se espera que en las próximas semanas se pueda tener datos más precisos sobre qué representa para la transmisibilidad o para la presentación clínica de esta enfermedad.
Recordó que los virus, como parte de su evolución natural, presentan muchas mutaciones y una gran cantidad de variantes. Cree, sin embargo, que las variantes que ha presentado, hasta el momento, este coronavirus no son trascendentes como para pensar, por ejemplo, que se presenten variantes como se dan en el virus de la influenza, que sí ameritan una serie de trabajos, especialmente en cuanto a la producción de vacunas, cada año, porque las variantes son más importantes que las que se han visto con el coronavirus.
El funcionario de la OPS manifestó que no hay forma de evitar las variantes o mutaciones del virus, por cuanto es algo que se da conforme se va replicando. Al momento de infectar a una persona se introducen estas variantes en el genoma del virus, algunas de las cuales, incluso, no son beneficiosas para este, porque reducen su capacidad de transmisión o de producir enfermedad. Sin embargo, algunas otras podrían incrementar su capacidad de transmisión o afectar el cuadro clínico, haciéndolo más grave, explicó.
Advirtió que, de los miles de variantes identificadas en el Covid-19, no se ha visto que ninguna haya producido estos cambios.