La industrialización del petróleo solucionaría el problema del incremento del precio de los combustibles, a criterio del experto Miguel Robalino.
Punto Noticias. El incremento del precio del petróleo en el mercado internacional significará también el aumento del precio de los combustibles en Ecuador, debido a que su valor está atando al precio internacional del barril del crudo, según el sistema de bandas, impuesto por el gobierno de Lenín Moreno.
A criterio de Marcelo Varela, analista económico, el pretexto que se puso para la eliminación del subsidio a los combustibles era que las finanzas públicas se afectaban, en más de 1.300 millones de dólares, según el expresidente y sus funcionarios.
El experto dice que este argumento es falso, según la información oficial del Banco Central del Ecuador. Comparó las cifras del costo del subsidio con otras cuestiones tributarias, según lo cual, en 2019, el subsidio a las gasolinas fue de 240 millones de dólares y al diésel, 170 millones de dólares, totalizando 1.018 millones de dólares.
Este valor es inferior, por ejemplo, al crédito tributario que el gobierno de Moreno devolvió a las grandes corporaciones de exportadores e importadores, que sumó 1.088 millones de dólares, en ese año.
También el subsidio representó un valor menor al de la salida de divisas, que era de 1.140 millones; al anticipo del impuesto a la renta, que se eliminó en 2019, que representaba la tercer parte de los subsidios; es decir, 352 millones de dólares.
En definitiva, de acuerdo con el análisis de Varela, no había ninguna condicionalidad de afectación a las finanzas, que sustente la eliminación del subsidio a los combustibles, porque existían otros condicionantes que durante el gobierno de Moreno se generaron para beneficiar a las grandes corporaciones, que sí terminaban afectando a los ingresos fiscales, incluso el propio sistema de bandas del precio de las gasolinas y diésel.
Entre tanto, Miguel Robalino, analista petrolero, considera que fue un error del gobierno de Moreno no establecer, de manera paralela al sistema de bandas, un sistema de focalización del subsidio o de compensaciones para los sectores perjudicados con el incremento del precio de los combustibles, como el transporte.
En opinión del especialista, este error del anterior régimen le pone en desventaja al actual gobierno de Lasso, porque los sectores perjudicados están poniendo sobre la mesa algunas exigencias para sentarse a negociar.
Una solución a esta problemática, a su criterio, es que el nuevo Ejecutivo entre con fuerza a la fase de industrialización petrolera, con las tres refinerías que tiene el país, con una capacidad de 175 mil barriles, si estuvieran operativas al 100 %. Al momento, esa capacidad tiene una media de 90 a 100 mil barriles.
El propósito es reemplazar la importación de derivados de petróleo y combustibles con producción nacional.
Planteó, con este fin, actualizar a las refinerías y montar una planta petroquímica, de unos 60 mil barriles, para que produzca materias primas para las industrias de medicina, textil, agrícola, etc., que se la podría programar junto a la planta industrial de Esmeraldas.
Este sería el primer hito que debería trazar este gobierno, a juicio de Robalino, quien señala que es importante entrar a la industrialización petrolera, porque la autosuficiencia e independencia energética son fundamentales para el desarrollo de un país.