El lugar de agresión a María Belén Bernal, es conocido como el “castillo de Grayskull” en la Escuela de Policía, agregó
Gonzalo Matovelle, abogado de Elizabeth Otavalo, señaló que dentro de la Escuela de la Policía General Alberto Enríquez Gallo, existe un espacio, donde se alojan los oficiales, denominado “el castillo de Grayskull”, en el lugar no hay cámaras ni vigilancia, ahí ocurrieron los hechos con María Belén Bernal.
“Lo probable es que otros oficiales escucharon los gritos de auxilio y no hicieron nada (…) no fueron solo cadetes”.
Considera que nadie reaccionó a los gritos de auxilio de María Belén porque se preocuparon más por las bajas y las consecuencias que podían existir tras la fiesta que armaron la tarde del domingo.
“Hay más involucrados y de eso estamos seguros (…) Se debe tomar en cuenta que en la Policía se hace “un parte” hasta para ir al baño y de esto no hay partes, ¿Qué clase de estúpidos creen que somos?”.
Citó incluso que Germán Cáceres le pide a Joselyn S. P. que vaya a su habitación y que no se preocupe porque en el castillo no hay cámaras
“Me imagino la sensación de inseguridad de las cadetes cuando un teniente instructor hace esto con su propia esposa”.
Nos llamó la atención la impavidez y tranquilidad de Germán Cáceres
Matovelle indicó que la ausencia de Bernal preocupó a sus a colegas en la oficina, de ahí que junto a los abogados Galo Quiñónez y Jesús López, decidieron contactar a Cáceres, cuya respuesta lanzó alertas.
“Fue casi empujado a presentar la denuncia y como abogado uno empieza a especular, esperando que no pase lo que ocurre hoy, son nueve días”.
Detalló que al no tener noticias, acudieron a hablar con su madre, Elizabeth Otavalo, para que sean incluidos como abogados y tener acceso al expediente, ahí fue cuando conocieron que Cáceres había rendido versión ante la Fiscalía.
“Empieza con el relato de que hubo una discusión y que en la Simón Bolívar tuvo que parar el carro, luego de hacer luces a un taxi a fin de que Belén se suba, eso según Cáceres ocurrió a las 22:00 y no se acordaba en qué lugar de la Simón Bolívar la dejó”.
Mencionó la impavidez y la tranquilidad con la que actuaba Cáceres, pues no presentó la denuncia sino hasta el lunes por la tarde y ya porque se sintió presionado.
“Ocurrió la madrugada del domingo y presenta su denuncia el lunes a las 17:00, él estaba ganando tiempo, cuando le pregunté si habló con la mamá, si llamó a la amiga o algo, me dijo que acababa el turno y lo hacía”.
La Policía no ha colaborado en la investigación
Lamentó que la Policía no haya mostrado predisposición a la investigación, pues incluso para acceder a las cámaras del lugar hay que hacerlo por pedido a fiscalía.