La Argentina se encuentra convulsionada por un tema que instalan los medios de comunicación y que logra eclipsar la situación económica calamitosa del país, la presión popular para la despenalización del aborto y los sonados casos de financiamiento ilegal de las campañas electorales del gobierno de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal, en la provincia de Buenos Aires.
El diario La Nación publicó un informe sobre unos supuestos cuadernos, donde el chofer de un funcionario del gobierno de Cristina Fernández, llevara una especie de diario íntimo, donde anotaba los presuntos encuentros entre funcionarios y empresarios donde se recaudaría para la administración anterior.
De los cuadernos solo se tienen fotocopias, por lo que es imposible realizar pericias caligráficas que permitan evaluar la veracidad de lo declarado por su autor, el exoficial de policía Oscar Centeno.
Pese a los antecedentes extorsivos de la exmujer de Centeno, el fiscal Carlos Stornelli y el juez Claudio Bonadío, decidieron dar por ciertas sus afirmaciones y aceptaron como posibles pruebas, lo escrito en esos cuadernos.
Allí se reflejan presuntos encuentros donde funcionarios recibirían dinero de empresarios de la construcción y obra pública, fundamentalmente, todos aliados del empresario Mauricio Macri.
La investigación llamó a varios exfuncionarios, entre los que se destacan el exministro Julio Devido, detenido a la espera de que se desarrolle un juicio en su contra y Cristina Fernández, en calidad de “cabecilla de una asociación ilícita”.
Algunos de los empresarios que figuran en las anotaciones de Centeno fueron detenidos y otros no, en un acto de discrecionalidad manifiesta de los letrados y se ha buscado que los empresarios deslinden responsabilidades y se presenten como afectados de una red de extorsión gubernamental.
La propuesta de ofrecer favores a los empresarios a cambio de declaraciones que perjudiquen a la expresidente y otros funcionarios se realiza a través de los medios de comunicación. El plan del establishment es claro: Macri se hunde por la corrupción, necesitan que también lo haga Cristina para evitar que vuelva el “populismo” a la Argentina.