En la mañana de ayer un representante del cuerpo diplomático venezolano en Costa Rica enviaba un mensaje telefónico en el que describía la incursión de opositores venezolanos de la sede diplomática, en lo que denominó como “una ocupación”.
“Han tomado la Embajada de San José de Costa Rica con la complicidad del dueño de la casa y de las autoridades que retiraron la seguridad”, expresaban en tono angustiado y aseguraban que seguirían en la residencia diplomática, cuya propiedad pertenece al Estado Bolivariano.
El gobierno de Costa Rica reconoció a Juan Guaidó como presidente interino y el 1 de febrero aceptó a María Faría como nueva embajadora de Venezuela.
Faría informó en el día de ayer que cesaba de sus funciones al personal del anterior gobierno y les exigía que abandonaran el edificio. Acto seguido cumplieron con una evaluación sobre el estado de la sede diplomática.
La Cancillería venezolana exigió al gobierno costarricense que haga “cumplir la Convención de Relaciones Diplomáticas” y que garantice “el funcionamiento y seguridad de su personal e instalaciones”.
La tensión diplomática está asegurada mientras los Estados Unidos y sus aliados continúan preparando el concierto de “ayuda humanitaria” en Cúcuta, Colombia y se aprestan a una incursión que podría violentar de manera irreparable la soberanía venezolana.