Además, instó al Gobierno a reformar la justicia penal y a respetar los derechos indígenas.
El alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, manifestó su preocupación por la violencia en Ecuador y lamentó el deterioro de los últimos años en el sistema penitenciario.
Mediante un comunicado, Türk pidió que el Gobierno inicie una reforma integral del sistema de justicia penal, incluidas las cárceles, que con frecuencia son escenarios de motines como el de esta semana que dejó 31 reos asesinados, solo en la Penitenciaría del Litoral, en Guayaquil.
Además, el funcionario instó al Ejecutivo ecuatoriano a aplicar la política de rehabilitación social de presos, emitida en 2022, y desarrollada con el apoyo técnico de la Oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas.
#URGENTE
El Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU @volker_turk expresa preocupación sobre el aumento de la violencia en Ecuador (dentro y fuera de las prisiones) y el retroceso de los derechos de los pueblos indígenas pic.twitter.com/ZOKn6auG2S— Alianza de Organizaciones por los Derechos Humanos (@DDHH_Alianza) July 27, 2023
Türk también enfatizó que las autoridades tienen el deber de proteger la vida de las personas, incluidas las de aquellas que están bajo custodia del Estado.
En las masacres carcelarias de los últimos años han fallecido más de 500 personas, de acuerdo con datos de organizaciones defensoras de derechos humanos.
El alto comisionado de la ONU también señaló que las medidas de emergencia, incluido el uso de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública, pueden aplicarse, pero deben estar limitadas en el tiempo y ser excepcionales, aunque el presidente Guillermo Lasso las ha implementado en más de 10 ocasiones.
Atropello a los derechos de los pueblos indígenas
Por otra parte, Türk se refirió a los choques violentos entre comunidades indígenas y campesinas, con autoridades y empresas.
Según el funcionario, eso representa un retroceso preocupante en la protección de los derechos de los pueblos indígenas, que deben ser escuchados y no reprimidos, como ocurrió recientemente en Las Naves, provincia de Bolívar, y en Sigchos, Cotopaxi.
“Las medidas basadas en los derechos humanos que aborden las causas profundas de la violencia permitirán la seguridad pública y la cohesión social”, afirmó el representante de la ONU.