El activista señaló que la intención del Gobierno es concentrar más poder, mejorar su imagen para la reelección y favorecer a su grupo de banqueros.
Punto Noticias.- Para el vocero de la Coordinadora Ecuador Dice No, Pablo Iturralde, las preguntas de la Consulta Popular impulsadas por el Gobierno no son sobre los reales objetivos que tiene el país, sino que buscan que el presidente de la República, Guillermo Lasso, obtenga más poder y levante su imagen.
En entrevista con Radio Pichincha, Iturralde manifestó que la Consulta no va a solucionar los principales problemas que afectan a las familias ecuatorianas.
El activista insistió en que la intención de Lasso es concentrar poder porque tiene objetivos ocultos para sus beneficios particulares y del grupo de banqueros al que pertenece.
Para ello, dijo una muestra son sus actuaciones comprando conciencias para mantener el control en algunas instancias del Estado.
Comentó que el interés del Ejecutivo por el momento es designar “autoridades a dedo” en tres Funciones del Estado como son: la Electoral, la Judicial y la de Transparencia y Control Social. En esta última se encuentra el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (Cpccs).
A ese objetivo del Gobierno se sumaría el hecho de levantar su imagen, luego de que tendría un rechazo de +- del 85% de ecuatorianos en menos de dos años de su administración y es por eso que buscaría la reelección.
“No hay que permitir este engaño y lo ecuatorianos debemos preguntarnos si queremos entregar más poder a Lasso. Esta Consulta en la medida de que sea transparente tiene que convertirse en un plebiscito de aprobación o desaprobación del Gobierno de Guillermo Lasso.
El vocero de la Coordinadora Ecuador Dice No comentó que son un grupo de más de 60 organizaciones a escala nacional que se unió ante el desempleo, los grados de empobrecimiento, migración forzosa, delincuencia, asesinatos y ahora con la denuncia de una trama organizada que está saqueando las empresas públicas.
Su anhelo es tener un país diferente que garantice la vida para las mayorías, los sectores populares y las clases medias.
“Levantamos nuestra propuesta que se dirige a decirle no al Gobierno de Lasso, a exigir que se transparente las reales intenciones que tiene”, dijo.
Rechazó el hecho de que el Gobierno se dedique a atacar a sectores de la sociedad por ser políticos, cuando debería preguntarse sobre lo que le preocupa a la ciudadanía.
Para Iturralde, la pregunta sobre extradición es irrelevante, “es una bola de humo”, porque es parte de acuerdos entre países desde la década del 70. Es decir, no es algo nuevo, sobre todo, en países en donde el narcotráfico ha atravesado instancias estatales.
Es por ello que su análisis el activista mencionó que no hay garantía de que la Consulta resuelva los problemas del Ecuador.
Sobre la seguridad dijo que esta se fortalecerá cuando se acaben los problemas del país, porque más bien se han dedicado a desmantelarla. Por ejemplo, dijo, que en las cárceles se dejaron sin escáner e inhibidores de celulares para beneficiar a los internos.
“Quisiera saber qué respuesta va a dar el Gobierno porque la delincuencia en el país va incrementándose y el crimen común u organizado no se resuelven con la extradición”, aseveró.
Expresó que la inseguridad se combatirá solo controlando la corrupción y más aún cuando sucede desde el propio Gobierno como es el caso del cuñado de Lasso, quien ha sido cuestionado por actos de corrupción en empresas públicas.
Sostuvo que el control garantiza la impunidad de los allegados al Gobierno y al mismo tiempo facilita la persecución política.
“Se usa al Estado como un instrumento de persecución, pero el objetivo oculto es incrementar la riqueza”, enfatizó.
Iturralde cuestionó que las fuerzas políticas lamentablemente no han estado comprometidas con la ciudadanía y que ese desencuentro empezó con el Gobierno de Rafael Correa y el movimiento indígena.
En este punto dio algunos ejemplos de cómo dirigentes indígenas estuvieron vinculados con otro tipo de intereses y no el de sus bases provocando desacuerdos entre sus propias organizaciones. Salieron a relucir nombres como Miguel Lluco y Salvador Quishpe.
Señaló que eso fue aprovechado por la derecha para delimitar al correísmo y anticorreísmo.
La alternativa ahora para salir de la crisis recalcó es mantener a las organizaciones de la sociedad unidas.
Manifestó que la Revolución Ciudadana debe saber que sola no puede caminar, sino que debe mantenerse unida con otras organizaciones para articular fuerzas.