Este martes la presidenta chilena Michelle Bachelet recibió al papa Francisco en la casa de gobierno, del encuentro también participaron el exmandatario Ricardo Lagos y el futuro presidente Sebastián Piñera.
El papa argentino aprovechó el encuentro para realizar un mea culpa institucional y pedir perdón por los abusos sexuales cometidos por la Iglesia.
“Escuchar a los niños que se asoman al mundo con sus ojos llenos de asombro e inocencia y esperan de nosotros respuestas reales para un futuro de dignidad y aquí no puedo dejar de manifestar el dolor y la vergüenza, vergüenza que siento por el daño irreparable causado a niños por ministros de la Iglesia”, pronunció el Sumo Pontífice.
El obispo de Roma agregó que “es justo pedir perdón y apoyar con todas las fuerzas a las víctimas, al mismo tiempo que nos empeñamos para que no se vuelva a repetir”.
“Bienvenido papa Francisco, le abrimos las puertas a un amigo”, le dijo Bachelet a la llegada de Francisco I. Y recordó que han pasado 30 años desde la visita de Juan Pablo II y que “hoy Chile es otro”, en referencia a los tiempos sombríos que vivía Chile en aquellos años de la dictadura genocida de Augusto Pinochet.
“Papa Francisco, su visita nos hace bien. Nos hace bien detener nuestra marcha -a veces demasiado acelerada- para mirar al otro, mirar hacia delante, escuchar, conversar, reflexionar sobre lo que somos”, celebró la Jefa de Estado en este encuentro.
Una enorme multitud acompañó a Jorge Bergoglio en todas las citas que mantuvo en Chile, pese a que su visita también fue resistida desde varios sectores, por el rol criminal que mantuvo la Iglesia durante los años de terrorismo de Estado y por la consternación que vive la sociedad chilena por los abusos sexuales cometidos contra niños y adolescentes por integrantes de la comunidad eclesiástica.