No es que se debe hacer una mezcla entre lo político y judicial pero es el Gobierno de Lasso, banquero y amigo de los Isaías, donde se presentaron vicisitudes procesales, agregó.
Carlos Bravo, exgerente de la Agencia de Garantía de Depósitos (AGD), cuestionó cómo es que Fausto Murillo, presidente del Consejo de la Judicatura, e Iván Saquicela, titular de la Corte Nacional de Justicia (CNJ) no se han pronunciado sobre el juez Johnny Lituma quien resolvió en favor de los hermanos William y Roberto Isaías, sin embargo son los mismos que en otros casos sí han salido a criticar y a exhibir públicamente a los magistrados cuyas resoluciones no han agradado.
Calificó a la sentencia que determina la devolución de bienes, que aún no estén vendidos, como espuria pues dispone la nulidad de las resoluciones establecidas desde el 26 de febrero de 2008: “Se va más allá del 8 de julio donde se realizaron las incautaciones y de pleno derecho declara la nulidad de la resolución de la Junta Bancaria en base a un informe de una Compañía que determinó las pérdidas de Filanbanco por USD661.5 millones”.
Criticó que la resolución del juez se haya basado en el documento emitido por el Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, mismo que en ninguna parte habla de la devolución de bienes sino que simplemente hace una observación al mandato constituyente 13 aduciendo que no se les brindó el derecho a la defensa, pero a renglón seguido muestra su acuerdo con la sentencia contra los Isaías por estar bien dictada.
Recordó que hasta la determinación de la jueza Daniella Camacho quien restableció la inocencia de los hermanos Isaías indica que no habrá devolución de bienes: “Y este juez de la familia de Guayaquil con una resolución que seguramente no es de él, lo determina de esa manera”.
Dijo esperar que ahora la Corte Provincial de forma expedita revoque la decisión del magistrado Lituma y la califique como error inexcusable: “Porque mientras los abogados no sean sancionados por abuso de derecho y los jueces que se prestan para estos fraudes procesales no sean sancionados, enjuiciados o no paren en la cárcel, este país no se compone, seguiremos con este tipo de actuaciones judiciales”.
Aunque aseveró que no se puede mezclar lo político con lo judicial, también reconoció que el presidente de la República, Guillermo Lasso, también es banquero y amigo de los Isaías y es precisamente en su Gobierno en donde se registran estas vicisitudes procesales.
“Roberto Isaías es el cerebro con sus abogados sofistas que tratan de perjudicar al Estado, ahora se valen que en el Gobierno tiene un aliado que es el Presidente Guillermo Lasso”.
Por ello, manifestó la importancia de que el mandatario sea categórico y se pronuncie sobre el caso que ha sido alarmante para el país: “El Ecuador vive inseguridad total, con la gente preocupada por su vida, pero también vivimos entre estos sicarios judiciales en el que hay jueces que asesinan el derecho y la justicia”.