Una semana ha pasado de Iván Duque en el poder en Colombia y las señales no han sido demasiado positivas en lo que tiene que ver con la continuidad de los acuerdos de paz y los progresos en la consolidación de un proceso de justicia social.
Sin embargo, en la jornada de ayer, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) en un gesto de buena voluntad y de apertura al nuevo gobierno, aseguró estar ultimando los detalles para la liberación de nueve personas, entre civiles y miembros de la Fuerza Pública, que están en manos de la guerrilla.
El Ministerio de Defensa, junto al Comité Internacional de la Cruz Roja habían activado los protocolos para que tengan lugar estas liberaciones, garantizando la integridad de todos los implicados en el asunto.
“En estricto cumplimiento de las normas del Derecho Internacional Humanitario, tienen la obligación de dejar en libertad a los secuestrados de manera inmediata sin condicionamiento alguno”, aseguró el Ministerio.
Estos nueve secuestros se habían realizado en las últimas dos semanas en los departamentos de Chocó y Arauca.
“Yo no he estado de acuerdo con que ahora pretendan algunos intimidar al país buscando ceses al fuego bilaterales mientras cometen actos que son deplorables y deleznable a la luz de cualquier ojo”, fueron las palabras del presidente Iván Duque, frente a la idea de los insurgentes de ir desplegando un plan de cese bilateral del fuego.
El ELN también se ha mostrado molesto por las pretensiones del nuevo mandatario de imponer primero la desarticulación de la guerrilla, para luego sentarse a negociar, algo a todas vistas, impracticable.