Editorial de Radio Pichincha
La “venezolaninación” de las campañas electorales en América Latina les dio resultados a las derechas más recalcitrantes. Infringieron miedo con base en una realidad que si la tuvieran algunos países de nuestra región estarían quebrados o simplemente en una crisis absoluta.
Claro, solo imaginemos las mismas sanciones a Ecuador o Brasil, Uruguay o Chile. O sea: congelamiento de depósitos, incautación de bienes y cuentas bancarias en EEUU. Eso sin contar con el impedimento de poder vender petróleo, bloquear transferencias y pagos por las exportaciones, en todas partes del mundo.
Paradójicamente, sin estar bloqueados, el régimen de Guillermo Lasso y las empresas de inversiones están congeladas en su tarea por la pésima gestión del llamado gobierno del encuentro. Más parece que se trata de un “encuentro en el más allá”, pero en el más allá bien lejano.
Sin estar bloqueados vamos a terminar el año con menos del 2% de crecimiento. O para peor: con una pésima producción y explotación petrolera, sin nada de minería real y efectiva, como ofreció en campaña el ahora Primer Mandatario. Y por si fuera poco, tenemos una inflación galopante, precios de los combustibles carísimos y si no fuera por la dolarización seguramente ya habríamos experimentado un nuevo feriado bancario.
Mientras tanto, como si se tratara de una revelación: VENEZUELA CRECERÁ EL 10%, acaba de firmar la licencia para que Chevron explote, de nuevo, su petróleo y pueda venderlo en EEUU. Por si fuera poco, la oposición que intentó un golpe de Estado contra Nicolás Maduro firma un acuerdo con el gobierno en la ciudad de México y entran en negociaciones para un adelanto de elecciones y un pacto de reconstrucción y bienestar social general, sin exclusiones.
Por acá, Lasso no deja de acusar a la oposición, sin pruebas. Tiene a la Fiscalía, a la Procuraduría, a la Contraloría y al Consejo de Participación atados a su poder y a sus chantajes.
En Caracas los centros comerciales están abarrotados y la violencia criminal ha bajado a tasas históricas. No hay motines carcelarios. Y, para no creerlo, decenas de miles de venezolanos regresan para pasar las navidades en su Patria. Cierto es también que otros tantos han optado por irse a EEUU, pero se entiende porque muchos de sus parientes están allá y buscan el reencuentro.
¿Lasso y su mafia mediática dirán que ganaron las elecciones para impedir que Ecuador se convierta en Venezuela? Nos hemos convertido, sin bloqueo ni incautaciones petroleras, en algo parecido a lo que fue hasta hace poco El Salvador y con índices que compiten con la violencia criminal de México y Colombia.
Nos queda claro que la mentira, el linchamiento mediático contra un país, las noticias falsas y la campaña de odio, con un tal Guaidó en el basurero de la historia, solo fue para cautivar a los mentecatos y a quienes solo se informan por los Pelagatos, Ecuavisas, Teleamazonas, Comercios y Universos, medios que por cierto no dicen ni pío de la recuperación dura, pero fructífera de la Patria de Simón Bolívar. PUNTO