Reclaman que profesionales de la salud y representantes de los trabajadores, que han denunciado la crítica situación del Hospital, han sido perseguidos por las autoridades.
Punto Noticias. Byron Noroña, médico cirujano, tuvo que terminar una operación con la linterna de su celular porque se quemó una de las luces del quirófano en el Hospital del Sur Enrique Garcés. Hoy, exige una intervención, recursos y que pare la persecución en contra de los profesionales de la salud.
Pacientes desde las 05h00 hacían fila, esperando obtener un turno para el laboratorio. Al frente, otro grupo de ciudadanos inició un plantón por la falta de medicinas, de insumos y por los daños en la infraestructura del Hospital. “Necesitamos atención de calidad”, dice uno de los carteles que carga Ximena*, una ciudadana que lleva meses esperando por una cita.
El médico cirujano, Byron Noroña, pidió a las autoridades que tomen correctivos urgentes ante la deficiente estructura del hospital.
🔴#ATENCIÓN | Médico del Hospital Enrique Garcés alertó que las luces en quirófanos no funcionan, incluso tuvo que operar usando la linterna de un celular: “De cinco quirófanos que funcionaban, estamos actualmente con uno completo y dos a medias” ⬇️ pic.twitter.com/SRqVO09r5K
— Radio Pichincha (@radio_pichincha) June 1, 2022
¿Cuál ha sido la respuesta del ministerio? Decir que se realizarán acciones, pero hasta ahora no hay ninguna solución. Quienes han denunciado han sido perseguidos por las autoridades. El representante de los trabajadores del Hospital alertó que iniciaron un proceso disciplinario en su contra.
🔴#ATENCIÓN | Médico internista señala que no es verdad que todo está bien en el Hospital del Sur: 🗣”Los equipos de laparoscopia, en #COVID, fueron lamentablemente desplazados a otras unidades, fueron dañados los equipos y entregados en malas condiciones” ⬇️ pic.twitter.com/yTYpdBQLEf
— Radio Pichincha (@radio_pichincha) June 1, 2022
Las autoridades no se han pronunciado hasta el cierre del reportaje y quienes tienen familiares, no solo en este hospital, sino en toda la red pública de salud, viven una pesadilla.