Como un capricho del alcalde Mauricio Rodas, calificó la concejala, Ivone Von Lippke, al proyecto Quito – Cables, pues aunque representaría una obra emblemática para esta administración, es demasiado costoso pues con el mismo presupuesto de USD 45 millones, se podría mejorar y restructurar las frecuencias del transporte público.
“Y el costo de la obra podría ser mayor”, indicó Von Lippke al mencionar que incluso el mantenimiento de Quito – Cables sería de dos millones de dólares anuales que representarían menos obras para los quiteños.
Detalló que el 73% de los usuarios del tramo que iría desde la Argelia a Solanda, se oponen a la obra; lo mismo sucede con los habitantes que ocuparían el servicio en el tramo Pisulí – El Condado, donde el 56% rechaza este medio de transporte. Únicamente los moradores que usen el tramo Tumbaco – Cumbayá – La Carolina, están a favor en un 87%.
“Esto debería tomarse en cuenta”, dijo la edil a la vez de mencionar que Rodas podría mirar estas estadísticas para únicamente construir un Quito – Cables de Tumbaco – La Carolina.
Transporte público
Aunque la concejala, Ivone Von Lippke, reconoció que el Municipio de Quito no cumplió con la construcción de paradas, capacitación a conductores y nada de seguimiento a la calidad del servicio del transporte público, también destacó la necesidad de que los dueños de las flotas cumplan con los compromisos adquiridos hace dos años y a través del cual recibieron una compensación de USD 42 millones de dólares.
“Me opuse al alza de los cinco centavos porque no han cumplido con la resolución que se firmó hace dos años”, agregó la edil reiterando que mientras los transportistas no cumplan con lo acordado, no deben tener incrementos.
Vonp Lippke, indicó que en caso de una reiterada falta de voluntad de las empresas de transporte, el cabildo debe buscar mecanismos para municipalizarse todo el transporte en el distrito.