Puerto Príncipe, 14 may (Prensa Latina) El exsenador Steven Irvenson Benoit rechazó hoy que la misión de la Organización de Estados Americanos (OEA), prevista en las próximas semanas, quiera mediar en la crisis política de Haití o promover el diálogo.
De acuerdo con el exparlamentario, la función de esta delegación deberá centrarse en proponer el mejor camino para una salida ordenada e inmediata del presidente Jovenel Moïse.
Benoit sostuvo que el mandato constitucional del gobernante venció a inicios de febrero, y reiteró que la estructura a la cual representa, Acuerdo Nacional para una Transición de Ruptura, no participará en encuentros con la OEA.
Otras organizaciones políticas y sociales, como el Sector Democrático y Popular, también rechazaron el apoyo del organismo internacional en el referendo constitucional y el proceso electoral propuesto por el Gobierno.
En una misiva dirigida a la OEA reiteraron la presunta ilegitimidad de Moïse frente al Palacio Nacional y exigieron a la estructura regional retirar el soporte al mandatario.
Aún el organismo internacional no estableció una fecha para llegar al país donde se intensifica la crisis sociopolítica, mientras se acerca la fecha del plebiscito que podría modificar la carta magna vigente.
Recientemente, unas 400 organizaciones sociales, de derechos humanos y religiosas crearon una comisión para intentar solucionar la crisis, y se posicionaron contra las fórmulas políticas empleadas hasta el momento, que no lograron desencadenar el cambio al que aspira la mayoría de la población.
En especial señalaron la reciente arbitrariedad y autoritarismo, creciente inseguridad que multiplicó los actos de secuestros, masacres en barrios populares y federó a las bandas armadas. ‘La población se encuentra abandonada por el Estado, sin ayuda ni recursos’, denunció el comité.
Políticos de la oposición como Edgard Leblanc, coordinador nacional de la Organización del Pueblo en Lucha, aplaudieron esta iniciativa de varios pastores católicos y protestantes, profesionales de las ciencias humanas, representantes sindicales y de la diáspora, de derechos humanos y de la religión vudú, al considerar que no existe posibilidad de solucionar la actual crisis desde las instituciones estatales.
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