El martes dimitió el gobierno palestino en Ramala por las crecientes divergencias entre las organizaciones palestinas, la agencia oficial Wafa anunció que la renuncia fue presentada frente al presidente del Estado Palestino, Mahmud Abas.
De todas maneras, las autoridades indicaron que mantendrán todas sus responsabilidades hasta la conformación de un nuevo gobierno para la ciudad de Ramala, en la Cisjordania ocupada.
El lunes, el primer ministro Rami Handalá ya había puesto su cargo y su gabinete a disposición del presidente, quien se encarga de las relaciones exteriores y quien intenta crear una nueva coalición para consolidar la Autoridad Palestina, fragmentada entre los territorios de la Franja de Gaza, gobernador por Hamas y Cisjordania, donde Abas tiene mayor control.
La unidad entre ambos gobiernos y, por ende, entre ambos territorios, se ve compleja y la mayor dificultad radica en la ideología islamista de Hamas y la propuesta laica de Fatah, que además de no compatibilizar las creencias religiosas, tampoco comparten estrategias de lucha.
La posición sobre Israel también difiere entre ambas organizaciones, que no comparten fronteras territoriales, ya que la ocupación israelí ha dejado a la Franja de Gaza como una isla a la que se le imponen restricciones y bloqueos mucho más duros que a los palestinos que viven en Cisjordania.
Buscando lograr un acercamiento con las otras partes y una mayor legitimación internacional, el comité central de Fatah intentará conformar alianza con algunos miembros de la Organización para la Liberación de Palestina, que incluye a muchos palestinos en la diáspora.