Antes de lanzarse el tramo final de la campaña electoral para acceder al poder en Francia, quien se candidateaba para ocupar el cargo, Nicolas Hulot acordó con Macron una alianza para fortalecerlo. A cambio, se le ofreció el ministerio de medioambiente y llevar adelante políticas ecologistas y que aspiraban a cambiar las matrices energéticas.
Esta semana, Hulot anunció su apartamiento del gabinete galo, al sentir que los avances en materia medioambiental fueron mínimos y criticó haberse sentido “muy solo” en los temas de su cartera.
“Voy a tomar la decisión más difícil de mi vida (…), no quiero dar la ilusión de que mi presencia en el gobierno significa que estamos a la altura del desafío”, dijo el expresentador de un conocido programa de televisión sobre la naturaleza, quien viene defendiendo el medioambiente desde hace casi 30 años.
15 meses después de haber aceptado la responsabilidad, Hulot destacó algunas victorias de su mandato, entre las que destacó la paralización de la construcción del aeropuerto en Notre-Dame Des Landes, un reclamo popular con fuertes movilizaciones.
Sin embargo el gobierno cedió frente a los lobbies de la energía nuclear y del uso del glifosato, lo que consideró fuertes derrotas.
El lunes el gobierno anunció que se rebajaría a la mitad el permiso de caza, lo cual puede haberse convertido en la estocada final para el ecologista de 63 años.
“En algún momento habrá que poner este problema sobre la mesa porque es un problema de democracia: ¿quién tiene el poder, quién gobierna?”, dijo Hulot en la radio France Inter, quejándose sobre el poder de estos lobbies que tuercen las decisiones de los gobiernos.
Si bien Hulot se mostró incrédulo de las buenas intenciones del gobierno de Macron en términos medioambientales, desde el gobierno, a través de AFP, han dicho sentirse “orgullosos del balance” de Hulot y aseguraron que se mantendría “el mismo nivel de ambición” medioambiental.