Preocupado por lo que parece una creciente amenaza entre potencias nucleares, que podrían disparar una nueva escalada de tensión y carrera armamentística, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres volvió a pedir apoyo para las iniciativas diplomáticas que están en marcha para erradicar este peligro global.
Guterres valoró los esfuerzos del Consejo de Seguridad, pero señaló que la ansiedad que se respira es de la más elevada desde el término de la Guerra Fría y puntualizó que la crisis de la Península coreana es un desafío para la paz y la seguridad, ya que se ha convertido en el punto más tenso y peligroso del planeta.
El secretario destacó positivamente la iniciativa de la República Popular Democrática de Corea de sumarse a la participación de los Juegos Olímpicos de Invierno que tendrán lugar en Corea del Sur y la reapertura de los canales de comunicación entre ambas naciones.
Para Guterres corren riesgo los acuerdos de reducción estratégica de los arsenales nucleares que se habían firmado el siglo pasado y que es necesario retomar esas negociaciones en este nuevo contexto global.
Pidió que se preserve el plan de acción integral conjunto sobre el programa nuclear iraní y que deben considerarse todos los programas que sean tendientes a la eliminación de estas armas letales y puso a Naciones Unidas a disposición para ser el intermediario entre las partes en tensión.
“La prevención, mitigación y resolución de conflictos requiere soluciones políticas integrales que incluyan el diálogo y la negociación y, en casos que involucren armas de destrucción masiva, el desarme verificable y la no proliferación”, sentenció el diplomático portugués.