La familia Fujimori es sinónimo de escándalos y crímenes en el Perú. Por suerte, este caso que vamos a comentar no se trata de crímenes de Lesa Humanidad. Simplemente el hijo menor del genocida Alberto Fujimori, Kenji, ha sido echado del Parlamento peruano por intentar comprar voluntades para evitar la destitución del expresidente Pedro Pablo Kuczynski.
Se lo acusa de los delitos de cohecho activo, cohecho genérico y tráfico de influencias y además de él, serán juzgados los congresistas Guillermo Bocángel y Bienvenido Ramírez.
Luego de que Kuczynski otorgara la gracia del indulto a su padre, Kenji Fujimori, con los votos de su bloque de diputados evitó el primer pedido de vacancia contra el presidente economista.
Al no poder desaforarlos por sus funciones, el partido Fuerza Popular de la hermana del diputado, Keiko Fujimori ha arremetido contra los congresistas, suspendiéndolos de sus funciones, mientras dure el proceso judicial tras un extenso debate en el Parlamento.
La votación no estuvo exenta de polémica y algunos diputados aseguran que hubo votos irregulares y advirtieron que los tres congresistas suspendidos podrán acudir al Tribunal Constitucional para exigir la restitución de sus cargos.
La aplastante mayoría de Fuerza Popular fue denunciada por Kenji Fujimori, quien además se presentó a sí mismo como “víctima de una dictadura parlamentaria” y que se defenderá frente a lo que considera un atropello.