Esperanza fue uno de los tiburones ballena marcados en el 2019 como parte de una investigación para conocer más sobre sus patrones de comportamiento y movimiento.
Punto Noticias: La noche del miércoles 22 de julio de 2020 Norman Wray Presidente del Consejo de Gobierno de Galápagos informó en Twitter que Esperanza uno de los tiburones ballena que fueron marcados en el 2019 con el fin de conocer sus patrones de comportamiento y de movimiento, dejó de transmitir su ubicación.
«Datos desgarradores», escribió Wray en Twitter antes de dar a conocer que Esperanza dejó de transmitir su ubicación en mayo del 2020 tras haberlo hecho por 280 días.
Datos desgarradores: Esperanza, tiburón ballena: marcada 09/2019. Dejó de transmitir 05/2020. 280 días transmitiendo. Entre ZEE y RMG insular. Puntos blancos flota china, coincidencia? Info: Jonathan Green y Alex Hearn. pic.twitter.com/1lF3m5XtTS
— Norman Wray Reyes (@normanwray) July 22, 2020
Wray hizo el anuncio en medio de crecientes preocupaciones por la presencia de una flota pesquera de 260 buques de bandera extranjera ubicada fuera del límite de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de las islas Galápagos.
La Armada del Ecuador aseguró el pasado 16 de julio que monitorea la presencia de los buques.
Según Wray, Esperanza se desplazaba entre la ZEE y la Reserva Marina de Galápagos (RMG). En su mensaje Wray cuestionó la «coincidencia» entre la pérdida del rastro de Esperanza y la presencia de la «flota china» en Galápagos.
Al momento no hay evidencia de que Esperanza haya sido atrapada por la flota.
La pesca es una de las amenazas a las que se enfrenta esta especie. Según la UICN, los tiburones ballenas son pescados en varias ubicaciones del mundo. «En el sur de China, la pesca a gran escala del tiburón ballena parece estar en aumento», sostiene el sitio web de la Lista Roja.
Para ello, les colocaron a nueve escualos dispositivos de rastreo que enviaban datos sobre los movimientos del animal.
Los dispositivos, de unos 25 centímetros, no representan una molestia para los animales, según dijeron en ese entonces los investigadores, pues eran una especie de pinza que era colocada en la parte dorsal del tiburón ballena.
A cinco de los nueve tiburones se les marcó con dos dispositivos que podían enviar registros hasta los 2 000 metros de profundidad. A los otros cuatro se les colocó uno que detectaba movimientos hasta los 5 000 metros de profundidad. (C.D.A.)
FUENTE: Gobernador de Galápagos, redes sociales, El Comercio