Editorial de Radio Pichincha
Si hoy no hay torpedeo alguno, se instala una nueva legislatura, la que tanto detesta don Guillermo, ese que hace años era pintado como el demócrata, el supuesto respetuoso de la división de poderes y de la legitimidad de la fiscalización.
Ojalá esta nueva Asamblea arranque con una sesión inaugural donde prime el sentido común y no ocurra aquellos desbordes de escándalo de los cuales eran muy adictos los denunciólogos y esos que creen que con el bullicio sus neuronas se exhiben en mejor exposición.
Van a legislar y fiscalizar hasta mayo de 2025. Y hay urgencia de legislar para sacar al Ecuador del marasmo donde nos han colocado los dos últimos gobiernos. Leyes con sentido histórico, no para hacer parches. Leyes con urgencia económica para reactivar la producción y cobrar los impuestos necesarios a las mayores fortunas. Y otras leyes que armonizan y profundizan la Constitución de Montecristi.
Y hay que fiscalizar, porque para eso están también los asambleístas. Aunque no les guste a todos aquellos que se creen impunes todo el tiempo gracias a una absurda consideración de orden moral. Hay que dar continuidad con la votación del juicio político contra don Guillermo. Investigar a fondo a aquellos ministros que nos colocaron de nuevo en los apagones (que ahora se entiende que era para favorecer los negocios de los importadores de gas y otros recursos). Fiscalizar los acuerdos y tratados, convenios y regulaciones que se hicieron violentando la Constitución.
El presidente electo sabe que salió de una legislatura, ese fue su primer paso en la política y entiende que el respeto y el diálogo entre las funciones del Estado es una expresión democrática por excelencia.
Y, por lo tanto, tanto el Ejecutivo como el Legislativo deben entender que hay un país hecho trizas y no tienen ya tiempo ni opción para disputas insulsas. PUNTO