El país debería alentar al Presidente Guillermo Lasso para pensar los más urgentemente en una solución, arreglar las pequeñas fallas y darle un uso adecuado, agregó.
José Macchiavello, exministro de Obras Públicas y presidente Ejecutivo de la empresa constructora Etinar encargada de levantar el edificio de Unasur señaló que esa obra es un ícono de la arquitectura contemporánea no solo del país sino de la región, en ese sentido instó a no comparar esa infraestructura con otras a las que se les ha llamado elefantes blancos.
“Se invirtió USD47 millones, no costó un centavo más de lo que fue presupuestado, no hubo adicionales y la licitación fue transparente, participaron 7 empresas”.
Lamentó que durante los últimos cuatro años no se le haya dado el mantenimiento adecuado que requiere sobretodo el tumbado que es de vidrio con espejos de agua: “Se requiere al menos USD40 mil mensuales”.
Indicó que la obra es como un orgullo para el país y aunque, dijo, no cumplió objetivo que se esperaba por razones políticas, la población debería alentar al presidente de la República, Guillermo Lasso para pensar en una solución urgente y darle un uso al edificio; solucionando las pequeñas fallas que en caso de seguirse descuidando podría terminar con la perdida de toda la construcción.
Detalló que el uso de la infraestructura debe estar relacionado con todo lo que dispone el edificio como sus equipos modernos en comunicaciones, voz, datos, tecnología, sala de reuniones, etc; tomando en cuenta incluso la ubicación geográfica pues hasta podría pensarse desde el lado turístico.
“El edificio está ahí, es cuestión de darle el uso adecuado creo que podría ser mucho más interesante el país y Quito puede beneficiarse”.
Recordó que el volado que tiene es de los más grandes de Sudamérica y que para su construcción hubo que hacer consultorías a nivel internacional, de ahí que aseguró que Unasur resultó ser un desafío a la arquitectura: “Es como desafío tecnológico, es único en el país.