La socióloga esmeraldeña relató el terror que enfrentaron con buses incendiados y disparos al aire.
«Enfrentamos actos de terrorismo, la ciudadanía fue importunada en su vida cotidiana, fue un día horrible, tuvimos que buscar refugio», relató la socióloga Vanessa Bone, en relación a lo ocurrido en Esmeraldas.
Lo vivido, en el primer día después de la declaratoria del estado de excepción en las cárceles, ayer 35 de julio, le recordó en parte lo que enfrentaron durante la pandemia, al tener que buscar encerrarse, «pero con terror aún mayor. En las calles de Esmeraldas pasaban vehículos con personas dentro disparando al aire. Varios vehículos fueron incendiados, incluso un bus».
Para nosotros, dijo la socióloga Vanessa Bone, es terrible saber que estamos en manos del crimen organizado, tanto que se atribuyen la capacidad de gestionar la paz. «Es paradójico, ya que son ellos quienes azotan a la ciudad y a la provincia de Esmeraldas con sus actividades delictivas y de violencia desenfrenada».
Así, los hechos de violencia ocurridos son el resultado de no tener Estado, «el Estado no se hace presente. Me refiero a instituciones, el Gobierno Nacional, lamentablemente el presidente Guillermo Lasso no da la talla».
Según Bone, lo ocurrido ayer no tuvo precedentes. «Ahora nos toca preocuparnos por precautelar la vida, los lugares en donde incendiaron los carros están en el pleno centro de Esmeraldas».
Además, Vanessa Bone recalcó: «nuestra situación es crítica y no solo por el fenómeno de las bandas organizadas, vivimos desbordamientos de ríos, y más problemas que no solo afectan a la naturaleza, como el derrame del crudo. Sí agradecemos la solidaridad, pero quisiéramos que esa solidaridad sea más amplia».
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