La falta de alerta dejó a los residentes sorprendidos ante la fuerza de los vientos, y ahora se enfrentan al desafío de costear los daños en una de las zonas más empobrecidas de Guayaquil.
Un vendaval repentino causó estragos en el sector de Monte Sinaí, al noroeste de Guayaquil, dejando al menos cinco viviendas afectadas por los fuertes vientos. Los residentes de la cooperativa Realidad de Dios, en Monte Sinaí, amanecieron sin techos o con las cubiertas de zinc desprendidas después de la intensa noche del 17 de julio.
Esta área, con una población de alrededor de 40.000 habitantes, es uno de los enclaves de pobreza extrema más densamente poblados en la ciudad.
Equipo #EDAN evaluó daños y analizó necesidades por vendaval en viviendas ubicadas en Monte Sinaí Coop. Realidad de Dios. @alcaldiagye #GuayaquilSegura pic.twitter.com/vWVNB2W370
— Segura EP (@segura_ep) July 18, 2023
El Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi) ha informado que este evento aislado se debe a la formación de nubes de convección llana llamadas «nubes embudo». Aunque se había advertido sobre el incremento de vientos en la Sierra, la Costa también ha experimentado estas ráfagas inesperadas debido a la inestabilidad atmosférica.
La falta de alerta dejó a los residentes sorprendidos ante la fuerza de los vientos, y ahora se enfrentan al desafío de costear los daños en los techos de zinc. Los habitantes de la zona indicaron en reportes de medios locales que la escuela fiscal Luis Alfredo Martínez también sufrió daños significativos, pero las autoridades del Ministerio de Educación aún no han brindado asistencia en el sector. Por su parte, el Municipio de Guayaquil entregó kits de alimentos y realizó limpieza en la zona.
🔴#ATENCIÓN | Fuertes vientos afectaron varias casas en la Coop. Realidad de Dios, en Monte Sinaí, en #Guayaquil. El ventarrón causó daños en los techos de casas y de un campamento educativo. pic.twitter.com/gYWsTYg4DP
— Radio Pichincha (@radio_pichincha) July 18, 2023
Este fenómeno ha dejado al descubierto la vulnerabilidad de la comunidad de Monte Sinaí, donde los residentes viven de forma precaria en casas de cemento sin enlucir o de caña a pocos meses de la llegada de el fenómeno de El Niño; esta situación no difiere de la realidad que enfrentan otros sectores de la costa ecuatoriana.