Los presidentes de Brasil y Colombia, Michel Temer y Juan Manuel Santos, se mostraron preocupados por la falta de democracia en Venezuela. Suena extraño que un mandatario que llegó al poder a través de una conspiración parlamentaria y el premio Nobel de la Paz que no consigue frenar los asesinatos de líderes sociales a manos del paramilitarismo, miren las fallas de sus vecinos, antes que ocuparse de sus propias carencias democráticas.
Nicolás Maduro, el presidente venezolano, responde a todas estas instigaciones destituyentes con obras. La Gran Misión Vivivienda Venezuela (GMVV), continúa avanzando a paso firme y el día de ayer se entregó la vivienda número 2 millones en la urbanización Mirador de Caiza, en el estado de Miranda.
Maduro durante la ceremonia redobló el compromiso para seguir dignificando la vida de las familias venezolanas y explicó que la GMVV lleva siete años de desarrollo mejorando la calidad de vida de sus conciudadanos.
El proyecto tiene como objetivo alcanzar los 5 millones de viviendas construidas, para ello también se fortaleció el financiamiento del desarrollo de urbanismos con un convenio interinstitucional en criptoactivos entre el Banco Nacional de Vivienda y Hábitat y la Tesorería de Criptoactivos.
El mandatario, quien participará de la contienda electoral para lograr la reelección, se mostró satisfecho de que pese a la guerra económica que sufre la República Bolivariana, con sanciones injustas impuestas por los Estados Unidos o la Unión Europea, el compromiso del gobierno sigue firme y coherente con la construcción de viviendas y con el bienestar del pueblo venezolano.