Los actos de violencia irracional se siguen sumando en Brasil desde el ascenso vertiginoso de Jair Bolsonaro en las elecciones y su posible consagración como presidente del gigante sudamericano.
El martes, una mujer trans fue asesinada a puñaladas en el centro de Sao Paulo, al grito de “Bolsonaro, él sí”, en respuesta a la campaña “Él No”, que se realizara en todo el país para evitar su victoria electoral.
La mujer no puso ser socorrida por los bomberos, quienes llegaron a su rescate, pero murió camino al hospital. “Ella estaba con cuatro o cinco hombres frente al bar, y ahí empecé a oír gritos, una discusión, una pelea, la llamaban de varios nombres, agresiones verbales, y gritaban ‘Bolsonaro’“, dijo una testigo de la agresión.
La transfobia se cobra otra víctima en Brasil, donde la tasa de asesinatos contra este colectivo es altísima. Pero si estos adherentes a Bolsonaro dan miedo, también lo dan, simpatizantes extranjeros, como el líder del grupo supremacista blanco Ku Kux Klan, David Duke, quien dijo del diputado brasileño que “suena como nosotros y es un candidato muy fuerte”. El KKK también apoyó la candidatura de Donald Trump y están señalados como criminales de odio en los Estados Unidos.
“El bailarín argentino Ezequiel Barrios estaba invitado al festival de artes escénicas Complicidades, en Recife, Brasil. La obra que protagoniza, Puto, narra la experiencia de una persona gay que niega su identidad sexual y trata de combatirla. Ayer, los organizadores le comunicaron que la función se había cancelado debido a que no pueden garantizar su seguridad. Sostienen que a raíz de la creciente popularidad de Jair Bolsonaro y su posible victoria electoral, en Brasil su vida correría peligro”, publicaba en portada el diario argentino Página 12 en el día de ayer.