Hasta el momento, el 2022 es el registro más alto de muertes violentas en la historia del país.
En el último fin de semana, en Guayaquil y Durán, ciudades que pertenecen a la Zona 8, se reportaron 17 asesinatos. Entre los sectores más inseguros se encuentran los sectores de Bastión Popular, las ciudadelas de Los Esteros y La Floresta. La modalidad de sicariato incrementa notablemente en el cantón, y el uso de armas de fuego se extiende, a pesar de los controles.
La Policía Nacional notificó sobre la detención de presuntos criminales y la desarticulación de diversas bandas delictivas que se encontraban operando desde la Zona 8 y presumen que el aumento constante de muertes se debe a riñas y ajustes de cuentas entre pandillas, quienes se disputan el dominio del territorio para la venta y distribución de sustancias ilícitas.
Uno de los casos más recientes fue el de un hombre de 33 años, quien registraba antecedentes penales y que intentó huir a pie tras identificar que una motocicleta lo estaba siguiendo; sin embargo, la víctima no alcanzó a ponerse a buen recaudo y fue acribillado en plena vía pública.
Previo a este suceso, el día sábado en la denominada zona 8 también se reportaron 4 asesinatos y se sumó el registrado en el bloque 4 de Bastión, donde dos hombres a borde de un vehículo gris fallecieron tras ser abordados por un grupo de individuos armados sin identificar.
A la par de estos desafortunados acontecimientos, en las cooperativas El Limonal y Balerio Estacio también asesinaron a dos adolescentes, un trabajador del puerto marítimo y un taxista informal, esa misma tarde, un hombre fue calcinado en el cementerio de Progreso, con una herida corto punzante en el cuello.
Sin embargo, los crímenes violentos no se limitan a la capital de la provincia del Guayas, pues en Durán, un hombre de 26 años fue acribillado al interior de su domicilio, mientras que un hombre de 38 años, y con antecedentes penales, fue asesinado con 5 disparos.
Si bien la cifra oficial de fallecidos aún no se ha publicado, según reportes de la prensa que ha cubierto los acontecimientos, se estima que alrededor de 17 personas habrían muerto entre la mañana del viernes 4 de febrero y la noche del domingo 6.
El Gobierno anunció que se dispondrán más de 1.100 elementos uniformados para el control de la seguridad en todo Guayaquil como parte del plan que busca reducir la actividad del crimen organizado en el puerto principal, no obstante, hasta el momento únicamente un contingente de 570 efectivos se habría reportado en la ciudad para combatir contra el sicariato y el tráfico de armas y drogas.
Redacción: Ángel Cóndor