Los agricultores claman por ayuda urgente al Gobierno y también piden que declaren estado de emergencia en la ciudad.
En el cantón Zapotillo, en la frontera con Perú, los pobladores de las parroquias Cazaderos y Bolaspamba muestran su preocupación ante la falta de lluvias que han provocado una intensa sequía en las últimas semanas.
Ante esta situación, los agricultores de las parroquias solicitan al Gobierno se declare el Estado de Emergencia en la ciudad, ya que, según han reportado, la falta de agua afectó a las cosechas y el ganado caprino y bobino está muriendo, debido a la deshidratación y la inanición; debido a que los pastizales también se han marchitado y el terreno árido no brinda ninguna posibilidad de alimento para los animales.
Incluso los guayacanes, cuyo florecimiento representa una época de abundancia para el sector campesino, aún no florecen y los moradores del cantón aseguran se debe a que no han existido lluvias suficientes, desde el pasado mes de diciembre, y también por las altas temperaturas que estarían secando el suelo y echando a perdida las inversiones del sector.
Vinicio Requena, presidente de la parroquia Limones, mencionó que “aquí el forraje y sembríos están padeciendo de agua y de seguir así las consecuencias serían mayores”. Además, señaló que no solo es una afectación para los animales, para los cultivos y para los habitantes, si no también para los cientos de niños que dependen de los escasos ingresos que generan sus familias mediante la agricultura y la ganadería.
Lamentablemente este suceso estaría afectando a los campesinos que mantienen sus sembríos en las zonas altas, pues no contarían con un acceso al canal de riegos que, además, hoy se encuentra en un nivel realmente preocupante y ha obligado a los dueños de las parcelas de tierra a turnarse para poder disponer del líquido vital.
Debido a esto, los dirigentes comuneros de la parroquia Bolaspamba piden que las autoridades locales brinden apoyo para poder construir nuevos fosos de almacenamiento de agua lluvia y pozos de extracción para el agua subterránea, pues comentan que debido a la sequía hoy deben cavar más profundo y esa es una labor que se podría facilitar con la maquinaria adecuada, algo que debido a la situación económica los agricultores no pueden costear.
La población también teme la llegada del verano, pues aseguran que, de continuar la situación actual, podrían producirse severos incendios forestales, como los que ya se reportaron durante octubre y noviembre del año pasado. Estos fueron provocados por las fuertes temperaturas y por la falta de agua para contener los brotes iniciales que se extendieron por varias etarias.
Redacción: Ángel Cóndor