Dentro de un gigantesco horno, que llega a tener temperaturas entre 850 y 1.200 grados centígrados y en presencia de veedores ciudadanos, medios de comunicación y autoridades se incineró 2,28 toneladas de clorhidrato de cocaína, incautada de enero a agosto de 2017.
La droga fue confiscada en los operativos ejecutados por la Policía a nivel nacional en puertos marítimos, aeropuertos, carreteras y en las intervenciones para contrarrestar el microtráfico.
En la rueda de prensa brindada la tarde del martes 29 de agosto en la que participó Diego Tipán, subsecretario de Seguridad Interna; Ledy Zúñiga Rocha, secretaria Técnica de Drogas (Seted); y el general Javier Pérez, director de Operaciones del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, se dijo que, “Para el Ministerio del Interior y Policía Nacional es grato culminar este proceso y salvar la vida de miles de jóvenes”.
Actualmente, faltan por incinerarse solo tres toneladas que aún no cumplen con todo el proceso judicial. (La Hora)
Escrito por Daniela Escobar