Los comuneros y las autoridades piden que se declare el estado de emergencia en la zona.
En la parroquia de Yacuchaqui, en la provincia de Cotopaxi, los pobladores piden a las autoridades se declare el Estado de Emergencia, luego de que se reportó un fuerte deslave que sepultó 23 construcciones y dejó en total desamparo a las familias.
Andrea Villagómez, coordinadora de la junta parroquial, declaró que, si bien no se han reportado hasta el momento víctimas mortales, el daño y la afección a las economías de las familias es enorme, pues el deslave también destruyó las instalaciones que la comunidad había levantado para la cría de truchas, donde de forma comunitaria, las familias invirtieron alrededor de USD 12,000 que ya no podrán recuperar, pues el temporal destruyó todo a su paso.
La situación es realmente preocupante, declararon los moradores, pues tanto las viviendas como las carreteras quedaron inutilizables y, según el alcalde del cantón Sigchos, tan solo en su territorio ya son cerca de 1.500 familias que permanecen aisladas por culpa de los deslaves.
Este es el caso de los habitantes del recinto El Guarumal, del cantón Sigchos, quienes también deben atravesar los senderos improvisados en medio del lodo y los escombros.
7 recintos serían los más afectados dentro de este cantón y para los agricultores de la comunidad Cuisana, lo más preocupante son las perdidas de los productos que cultivan y crían, pues reportan que tres tramos de la vía Chugchilan – Quilotoa se han destruido y hacen imposible que puedan sacar su producción de leche, habas, papas y diferentes tipos de hortalizas a las ferias de la provincia y de los sectores aledaños.
La falta de acceso también dificulta las tareas de reconocimiento por parte de las autoridades y los organismos de rescate, quienes han recibido reportes de que las comunidades más alejadas y que se ubican en las partes altas, han sufrido el desbordamiento del río Fátima, que habría destruido 5 puentes de acceso y colapsado 20 viviendas.
El alcalde del cantón Sigchos, Hugo Argüello, quien ya había avisado sobre la dura situación que atraviesa la provincia desde el pasado 30 de enero, cuando el desbordamiento de diferentes ríos afectó múltiples tramos de las carreteras en La Maná, señaló que el accionar de las autoridades y los organismos de ayuda si bien han llegado a la zona, son lentos e insuficientes.
Lamentablemente, este no sería el único cantón que se ha visto afectado por el crudo invierno que golpea a la sierra ecuatoriana, pues tanto La Maná, como Pangua y Pujilí, piden que el Gobierno destine mayores recursos y maquinarias para rehabilitar las vías que han sido afectadas en sus territorios y que así se pueda llegar con la ayuda hacia las poblaciones que hoy se encuentran aisladas y en alto riesgo debido al fuerte clima que no da tregua desde hace ya 15 días.
Redacción: Ángel Cóndor