Patricio Benalcázar, defensor del Pueblo subrogante, informó que la reciente violencia que se vive en la frontera con Esmeraldas ha dejado cerca de 400 desplazados y 2150 personas de comunidades indígenas en riesgo.
Desde que ocurrió la primera explosión de bomba en la frontera, el pasado 27 de enero, hubo un grupo de 200 personas desplazadas que lograron incorporarse a sus familias más cercanas, por lo que no hubo necesidad de colocar albergues, así lo detalló el funcionario.
“Posterior a ello tuvimos un desplazamiento de 151 personas que están en albergues dispuestos en San Lorenzo y que pueden acoger a 400 personas”, agregó el Defensor del Pueblo al señalar que la mayor cantidad de familias que se han movido pertenecen a Mataje Alto y la zona de El Pan.
En ese marco Benalcázar indicó que el pueblo indígena “Awá” con 2150 personas se encuentra en riesgo pues están en el cordón fronterizo de la zona fronteriza en comunidades como Guadualito, Balzareño, Pambilar y Ricaute.
“Tomaron la decisión de no moverse y piden protección, esto es complicado cuando de por medio están los grupos atemorizantes”, puntualizó.
Benalcázar indicó que los grupos irregulares que controlan la frontera se desplazan a las comunidades que están cerca o que quieren que se incorporen en su economía y el problema se suscita cuando esas familias tienen que elegir en quedarse viviendo ahí y unirse o desplazarse, o morir.
“Y es que la lógica del post conflicto generó una seria división de los disidentes y por ende una disputa de territorio que significa enfrentamientos y agresión a las comunidades locales”, aseveró.
El funcionario indicó que este país tiene que construirse con inteligencia y participación de la comunidad “y ojalá esa tendencia sea posible”, más allá de una respuesta violenta.
ESCUCHE EL AUDIO DE LA ENTREVISTA COMPLETA AQUÍ