23 de cada 100 niñas y niños padecen desnutrición crónica antes de los 5 años de vida.
Punto Noticias.- La seguridad alimentaria se define como el acceso físico, social y económico a una dieta completa, nutritiva y balanceada para las personas. Cuando no se cumple con estos requisitos, se padece de inseguridad alimentaria, es decir, de hambre extrema o inanición.
El Programa Mundial de Alimentos determinó que, actualmente, cerca de 2,5 millones de ciudadanos sufren de falta de alimentos en Ecuador. Estas personas comen una vez al día o, simplemente, no comen nada.
¿Pero cuánto daño puede producir a una persona no alimentarse correctamente? La doctora Tatiana Guanoluisa señala que al dejar de comer, se provoca daño en el organismo, ocasionando falta de concentración y memoria.
Además, al abstenerse de ingerir alimentos con azúcar, se deja sin glucosa al cerebro, disminuyendo su capacidad de realizar distintas actividades. “Lo más común que se presenta es la gastritis, ya que no hay alimento por un período prolongado. Y lo que hace el ácido gástrico es que se irrite el estómago”.
Más de 2.4 millones de personas sufren inseguridad alimentaria en #Ecuador 🇪🇨 .@WFPChief visitó el albergue @alberguesjd uno de los 4️⃣0️⃣ albergues y comedores que apoya @WFP_Ecuador 🤝.
Nuestro compromiso es trabajar por las poblaciones más vulnerables en el país. 💫 pic.twitter.com/8Ox5SrNxAL— WFP Ecuador (Programa Mundial de Alimentos) (@WFP_Ecuador) August 5, 2022
Para el especialista Paúl Lalvay, al no comer, el cuerpo agota sus reservas de glucógeno y el organismo empieza a quemar tejido graso, lo que disminuye la energía del organismo y provoca la pérdida de grasa muscular. “El cerebro, el hígado, los riñones, todos nuestros órganos no trabajarían de manera adecuada. Habría apatía, molestia, cansancio, alteraciones a nivel neurológico”.
Un punto que podría agravar este problema, es que cerca de 380.000 personas que padecen inseguridad alimentaria, son menores de edad. Según la Secretaría Técnica Ecuador Crece Sin Desnutrición Infantil, la desnutrición en los primeros dos años de vida, puede ocasionar alteraciones devastadoras en el desarrollo cerebral del niño, en su habilidad para aprender, comunicarse, pensar analíticamente, socializar y adaptarse a nuevos ambientes y personas.